El pasado 27 de enero se conmemoró el Día en Memoria de las Víctimas del Holocausto, instaurado para recordar a los millones que murieron por el genocidio nazi. Una de las cuales fue Annelies Marie Frank, quien es uno de los ejes de Mi mejor amiga, Ana Frank.

Ya que no solo ella y su historia, que han sido la base de varias otras películas, son la inspiración de esta cinta neerlandesa: es también la figura de Hannah Goslar, su amiga judía que igualmente fue recluida en un campo de concentración, pero logró sobrevivir.

La que en su madurez se entrevistó en varias ocasiones con la periodista y escritora estadounidense Alison Leslie Gold, entregando de primera fuente el material con el que Gold escribiría Memories of Anne Frank: reflections of a childhood friend.

Un libro biográfico, que en español se conoce como Mi amiga Ana Frank, que inspiró el telefilme italiano Mi ricordo Anna Frank (2010) y al filme que hoy llega al mundo a través de Netflix, el que dirige Ben Sombogaart y que debutó en septiembre en Países Bajos.

La primera película realizada en esa nación sobre Frank, lugar donde vivía desde los cuatro años de edad, que se inicia cuando ella, encarnada por Aiko Beemsterboer, y Hannah (Josephine Arendsen) comparten una tarde en la casa de Ana en Prinsengracht.

La calle en que vivía la familia liderada por su papá comerciante y donde en 1942 pasaban los días, cuando además salían a caminar y a hablar sobre los chicos que les gustaban, a pesar de que soldados nazis patrullaban Amsterdam luego de la ocupación.

Un relato dividido en dos escenarios

Una nueva “normalidad” que cada día se torna más peligrosa para los judíos, quienes son enviados cada vez en mayor número a los campos de concentración. Y es en uno de ellos, Bergen-Belsen, donde se desarrolla el relato paralelo del dramático largometraje.

Donde en 1945 se encuentra Hannah, o Hannali, junto a su hermana menor, cumpliendo obligaciones como limpiar las letrinas, bajo las despiadadas órdenes de los guardias. Pero algo viene a romper su triste rutina: a través de una cerca cree escuchar algo conocido.

Es el silbido con el que se comunicaba con Ana y ahora oye cerca, despertando la esperanza de que verá a su amiga. Pronto se sabe que esta última y su hermana se encuentran en el mismo campo, pero en el apartado continuo y muy enfermas.

Al mismo tiempo que la narración lleva de vuelta a tres años atrás, cuando todavía disfrutaban de algo de tranquilidad con sus familias, mientras soñaban con un futuro mejor, con Ana viajando por el mundo y Hannah convirtiéndose en enfermera.

Pero poco a poco las diferentes familias de su barrio son llevadas por los nazis, al mismo tiempo hasta que los Frank supuestamente viajan a Suiza y la madre de Hannah muere en trágicas consecuencias. En una seguidilla de trágicos y conmovedores momentos.

Lo que hace de Mi mejor amiga, Ana Frank un emotivo reencuentro con un pasaje de la historia que muestra el peor lado del ser humano, al mismo tiempo que explora en el sentido de la verdadera amistad y de cómo la esperanza nunca abandonó a Hannah.

Ver en Netflix