Milagro en la celda 7, la película turca que todos están viendo en Netflix
Saca los pañuelos, que las lágrimas caen fácil al ver Milagro en la celda 7, una película turca que hoy causa furor en Netflix.
Ni la temporada cuatro de La Casa de Papel ni El Hoyo. El último fenómeno de Netflix, al menos en América Latina, es una película turca y se llama Milagro en la celda 7.
Además, ni siquiera es un estreno de este año. Se trata de una cinta de 2019, que entró sin meter ruido al catálogo de la plataforma de streaming y que poco a poco se transformó en un fenómeno.
De hecho, está entre las más vistas en países como Chile y Argentina y, al parecer, no piensa moverse de ahí.
La historia, eso sí, no es original, sino una adaptación de una cinta coreana de 2013. Y aunque su nombre puede llevar a engaño, te adelantamos que no es una película navideña.
Más bien es un dramón de aquellos, de esos que sacan lágrimas fácilmente y que en Turquía son expertos en producir.
La historia de Milagro en la celda 7 nos lleva a una pequeña aldea costera turca, donde vive Mehmet (Aras Bulut), un joven padre junto a su pequeña hija, Ova, y su abuela.
Se trata de un padre especial, que tiene un problema mental y sus pensamientos y actuar son más bien los de un niño. Por eso se lleva tan bien con Ova y son tan amigos.
Su vida ahí transcurre tranquila hasta que Mehmet -o Memo, como la llama la abuela- se ve involucrado en la muerte de una niña, que es hija de un inescrupoloso comandante.
A sacar los pañuelos
Pese a que es inocente, Memo cae preso y lo condenan a la horca. En la peninteciaría lo encierran en la celda 7, junto a varios otros reos.
Desde ahí, la vida de este hombre va cuesta abajo. Además de la injusticia de las autoridades que lo condenaron, al comienzo sus compañeros de encierro lo reciben con violencia, por el supuesto crimen que cometió.
Pero poco a poco lo van comprendiendo y conociendo, sobre todo la estrecha relación con su pequeña hija Ova, quien lo es todo para Memo y lo que más le duele del encierro es no poder estar con ella.
Es en esa celda donde se desarrolla esta historia de compañerismo y compasión y también donde ocurre el milagro que da nombre a Milagro en la celda 7.
Por si fuera poco, desde que cae preso las desgracias su suceden una tras otra en la vida del protagonista, quien se luce con su actuación, al igual que la pequeña, que interpreta Nisa Sofiya Aksongur.
“Me debería quedar picando cebollas”, dice en un momento Memo a los otros reos. Y eso es lo que hace en la más de dos horas que dura esta película: picar la cebolla finita, tanto que soltarás lágrimas en varios momentos.
Incluso si te prometes no caer en sensiblerías, igual se te mete, sin querer, una basurita en el ojo.
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