A inicios de la década del 2000, cuando su carrera era símbolo de acción y terror, Robert Rodriguez dio un giro hacia las cintas infantiles. Un apartado al que regresa con Miniespías: Armagedón.
Su reencuentro con las películas para niños y también con la saga inaugurada por el filme que marcó ese cambio: Mini espías, su título de 2001 que inspiró dos secuelas.
Además de la realización subtitulada Los ladrones del tiempo (2011), que dejó atrás a Carmen y Juni para enfocarse en otra familia de espías, sin buenos resultados de crítica o público.
Una mediocridad que Rodriguez quiere dejar atrás con su segunda producción original para Netflix, luego de Superheroicos, su anterior filme para la plataforma y los espectadores más pequeños.
El mismo público al que se enfoca el largometraje con que el director tejano retorna a ese mundo de espías, con efectos especiales al filo de la artesanía y malos caricaturescos.
En un reboot que nuevamente se centra en un grupo familiar bastante singular, esta vez encabezada por Nora Torrez (Gina Rodriguez) y su esposo Terrence Tango (Zachary Levi).
Los pequeños espías entran en acción
Los que como es de esperar son los agentes secretos más famosos del mundo, además de padres de los despiertos Patty (Everly Carganilla) y Tony (Connor Esterson).
Los mini amantes de los videojuegos que sin saber le dan acceso al Código Armagedón, que puede controlar todos los dispositivos del planeta, a Rey Kingston (Billy Magnussen).
El desarrollador de software que quiere cambiar la Tierra a través de dicho programa, por lo que usa su juego Hyskor para engañar a los hermanos, en tanto toma prisioneros a Terrence y Nora.
Sin embargo, Tony y Patty aprenden rápidamente cómo ser un agente encubierto y a utilizar los aparatos que los miembros de la agencia de espías OSS tienen a su disposición.
Con los cuales combaten a Kingston, también conocido como The King, y a los guerreros de Hyskor, tanto en la vida real como en el videojuego del que estos personajes son parte.
En una aventura donde los niños demuestran ser más hábiles que los adultos y la sinceridad es mejor que las mentiras o los engaños para obtener buenos resultados.
Además de probar que Rodríguez ha logrado bastantes mejoras en los efectos especiales para sus películas, mientras ofrece un buen momento a los espectadores más chicos de la casa.