Después de 20 años haciéndose de un nombre como director de comerciales y videoclips para destacadas figuras de la música, como Rihanna, Beyoncé y Taylor Swift, el estadounidense Anthony Mandler debutó en la realización de una película con Monstruo.
Una cinta que se presentó oficialmente en el Festival de Sundance de enero de 2018, pero que no tuvo la oportunidad de ser estrenada comercialmente y hoy, más de tres años después, por fin logra ser conocida por el público mundial gracias a Netflix.
Así la plataforma, que adquirió el filme en noviembre pasado, permite conocer la historia de Steve Harmon (Kelvin Harrison Jr.), un joven de 17 años que es un alumno e hijo modelo hasta que su pasión por el cine y todo lo que lo rodea lo involucra en un grave hecho.
El que se conoce en los minutos iniciales del metraje, cuando se revelan las imágenes en blanco y negro de la cámara de seguridad de una tienda, que muestran a dos hombres forcejeando con el dependiente hasta que se escapa el disparo de un arma.
Luego se ve a un nervioso Steve ingresando a la cárcel de Nueva York, donde desde la celda en que lo ubican se le escucha relatar en off su propia experiencia. Como él afirma, en calidad de estudiante de cine, en una “película dirigida, escrita y protagonizada” por él.
Un adolescente que dividía sus días entre la secundaria, donde es uno de los mejores alumnos del taller de apreciación cinematográfica del Profesor Sawicki (Tim Blake Nelson), con sus compañeros y amigos, y estando en su casa en uno de los barrios de Harlem.
Un relato que mezcla presente y el pasado
El mismo vecindario que cada día retrata con su cámara, como también a sus habitantes. Actividad con la que llama la atención de William King (A$AP Rocky), un joven de no muy buenos antecedentes que, como se sabrá después, sacará provecho de Steve.
Esto porque lo involucra en el robo de la escena inicial, que dejó un hombre muerto y al chico ad portas de un juicio donde el fiscal a cargo de la acusación lo califica como “monstruo”, ante la mirada perpleja de sus padres (Jeffrey Wright y Jennifer Hudson).
Pero su abogada, Katherine O’Brien (Jennifer Ehle), todavía cree que hay una esperanza, aunque en el sistema judicial estadounidense sea solo otro chico negro, que ante la vista del jurado es más culpable que inocente, aunque no tenga antecedentes penales.
Y es con el juicio como hilo conductor que Monstruo va dibujando la historia de Steve, mezclando su presente y su pasado. Cuando en casa su padre le daba lecciones de diseño gráfico y su hermano le hablaba de superhéroes, e iba a clases y estaba con sus amigos.
Como también las contadas conversaciones con King, las reuniones con su abogada y los consejos en la cárcel que le ofrece un reflexivo convicto. Todo lo que le va entregando al espectador las claves en torno al caso policial y mostrando la personalidad del muchacho.
En un relato que además revela el origen de su realizador como director de videoclips -mezclando imágenes, colores y música-, mientras construye personajes entrañables, gracias a un buen guión y el talento de su elenco, destacándose el trabajo de Ehle y Harrison Jr.