La isla de Jeju, ubicada en el estrecho de Corea, ha sido el entorno de escenas de conocidos k-dramas, como Los chicos son mejores que las flores. Pero en Nuestro horizonte azul es parte esencial de su trama.

Esto porque la nueva serie surcoreana de Netflix tiene como escenario esencial este bello territorio del Pacífico, tanto sus ciudades como su costa, donde se desenvuelven sus protagonistas y conflictos.

Ya que el espacio creado por Noh Hee-kyung y producido por Studio Dragon se centra en los dramas que viven día a día un grupo de sus habitantes y amigos, revelando además la cotidianidad en la que se desenvuelven.

Y lo hace dedicando la mayor parte de cada una de sus emisiones en mostrar las experiencias de determinados protagonistas, aunque siempre otorgando algunos minutos a personajes que también son parte del relato.

Así, sus tres primeras emisiones se enfocan en Jung Eun-hui (Lee Jung-eun) y Choi Han-su (Cha Seung-won), antiguos compañeros y amigos de secundaria que se reencuentran en Jeju tras varios años sin verse.

Lo que ocurre después de que a Han-su lo trasladan desde el continente a la sucursal de su banco en la isla, donde continuará teniendo el puesto de gerente, aunque su estado financiero está lejos de su cargo.

Las diferentes historias que reúne la isla

Esto porque el en apariencia exitoso ejecutivo ha gastado todo su dinero, además de endeudarse, para que su hija pueda convertirse en golfista profesional, formándose en Estados Unidos en compañía de su madre.

Al mismo tiempo que la esforzada Eun-hui ha hecho una fortuna vendiendo pescado y comprando propiedades en la isla. Una labor que se ve un poco sacudida con el regreso de Han-su, ya que fue su primer amor.

Pero Nuestro horizonte azul es una serie coral, por lo que mientras desarrolla esta historia también va mostrando a quienes más tarde se tomarán el protagonismo de su narración. Entre ellos Jeong-jun (Kim Woo-bin).

El capitán de barco, además de asistente de Eun-hui en su pescadería, que se siente muy atraído por la joven buceadora Yeong-Ok (Han Ji-min). Como también el drama amoroso del comerciante Dong-Seok (Lee Byung-hun).

A lo que se suma un conflictivo embarazo adolescente y las agridulces vivencias de quienes rodean a los personajes principales en su día a día. En una cautivante apuesta que se mueve entre lo cotidiano y el melodrama.

Pero no aquel melodrama barato, sino el que logra traspasar la pantalla y hacer que el espectador se vea comprometido con situaciones y sentimientos. Lo que hace de Nuestro horizonte azul un destacado k-drama de Netflix.

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