Tres años, con 33 expediciones a los cinco continentes, fue el tiempo que le tomó al equipo liderado por el productor y documentalista James Honeyborne el reunir el material que dio vida a Nuestros grandiosos parques nacionales.

Más de 1.500 días de filmación que se convirtieron en los cinco capítulos que componen el espacio documental que, a través de la pantalla de Netflix, lleva al espectador a un recorrido por los parques nacionales más emblemáticos del mundo.

El cual tiene como su anfitrión, y uno de sus productores ejecutivos, a Barack Obama, el carismático ex presidente de Estados Unidos que fue uno de los mayores impulsores de iniciativas de conservación natural en su país.

El mismo que ahora invita a conocer las historias en torno a espacios naturales que se han convertido en refugio de diferentes especies, animales y vegetales, que se relacionan directamente con el futuro de la humanidad y el planeta.

Y él da el vamos a la primera de las emisiones, titulada Un mundo maravilloso, ni más ni menos que en la Bahía de Hanauma, en Hawaii, donde pasó la mayor parte de su infancia y nació su amor por la naturaleza.

“Quiero que las áreas naturales del mundo sigan existiendo para mis hijas y mis nietos”, afirma en el inicio de un capítulo que además visita el parque de Loango, Gabón, un paraíso para animales selváticos, como los hipopótamos que nadan en su costa.

Las maravillas del sur de Chile

Pero este episodio inicial también lleva a la isla de Madagascar, donde se ubica el parque Tsingy de Bemaraha, fortaleza de puntiagudas rocas donde el lémur sifaca de Decken busca peligrosamente hojas frescas para alimentarse.

Para luego ir a Yakushima en Japón, a Yellowstone en EE.UU., al parque Manuel Antonio de Costa Rica, a Kakadu y la Barrera de Coral en Australia, y al Parque Nacional de los Volcanes de Ruanda, donde vive un grupo de gorilas.

En una heterogénea emisión que da paso a cuatro capítulos que dedican por entero su relato a solo una región protegida. Así, el segundo episodio, La patagonia chilena, se centra totalmente en el sur de nuestro país.

Donde, como lo afirma Obama, se ubican 24 parques nacionales, entre los que se cuentan Torres del Paine, con sus guanacos y pumas; Cerro Castillo y sus cóndores, y Conguillío, con sus araucarias y pequeños pudúes y gatos huiñas.

Un orgullo nacional el que siguen otras imponentes reservas mundiales: el Parque Tsavo en Kenia, que recuerda los paisajes de la cinta El rey león; el Santuario Marino Nacional de Monterey Bay, en California, y Genung Leuser, en Indonesia.

Los últimos bastiones de naturaleza y vida salvaje que se presentan en toda su magnitud en la imperdible Nuestros grandiosos parques nacionales, una docuserie que maravilla y despierta conciencia en torno a la conservación de nuestro planeta.

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