Ollie está perdido: la conmovedora serie familiar de Netflix sobre amistad y pérdida
El libro La odisea de Ollie es la inspiración del espacio que mezcla animación digital y acción real para mostrar la historia de un conejo de juguete que busca volver a casa con su amigo Billy.
Cuando han pasado casi 30 años desde que ayudó en la concepción de los personajes de Toy story, William Joyce de nuevo hace noticia con juguetes parlantes, esta vez con los de Ollie está perdido.
La serie de Netflix que tiene como inspiración La odisea de Ollie, uno de los muchos títulos nacidos de la imaginación del escritor e ilustrador, cuyo trabajo inspiró cintas como El origen de los guardianes.
La película de 2012 que además marcó el debut en la dirección de Peter Ramsey, quien luego dio vida a cintas como Spider-Man: un nuevo universo y ahora es el realizador del espacio para el streaming.
El que a lo largo de cuatro episodios revive en pantalla, con una mezcla de acción real y animación digital, a Ollie, el conejo de tela y orejas caídas que mamá le fabricó a Billy.
Quien a lo largo de los años se convirtió en el mejor amigo de este niño y es el eje de una narración que transita entre el drama y la aventura, entregando un mensaje sobre amistad, crecimiento y pérdida.
Cuyo relato se inicia cuando Ollie, a causa de un hecho que ocurre en la escuela de Billy (Kesler Talbot), queda solo y lo llevan hasta la tienda de cosas de segunda mano de Flossie (BJ Harrison).
La aventura de Ollie y sus nuevos amigos
Lugar en el que lo colocoan entre los juguetes usados y lo descubre una niña que le habla -ya que solo los niños pueden verlos conversar y moverse– y lo invita a irse con ella a casa.
Pero Ollie solo quiere retornar a su hogar con Billy y los padres de este, conocidos como papá (Jake Johnson) y mamá (Gina Rodriguez). Un objetivo que podría concretar con la ayuda de Zozo.
El payaso de juguete que también está en la tienda de Flossie y lo ayuda a hacer un mapa con lugares relacionados con Billy, usando los borrosos recuerdos que Ollie halla en su mente.
Los que impulsan al dúo a iniciar una aventura a la que pronto se suma la osa de peluche Rosy, una vieja amiga de Zozo, y que el payaso emprende para buscar a su gran amor: la muñeca Nina.
En un recorrido que transita por las pequeñas y grandes tragedias que encierra la vida, como también sus alegrías, con un tono bastante dramático para una serie de tipo familiar.
Lo que hace de Ollie está perdido una aleccionadora y conmovedora apuesta, de hermosa factura -en especial la perfecta animación de los juguetes-, que debe verse con varios pañuelos a mano.
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