Osa polar: el conmovedor documental que revela la grave situación de la especie símbolo del ártico
Alastair Fothergill y Jeff Wilson son los directores de la cinta de Disneynature que llega a Disney+ para mostrar cómo el cambio climático ha dañado la vida en el extremo norte del planeta.
Fue el 22 de abril de 1970, a instancias del senador estadounidense Gaylord Nelson, que se instauró el Día de la Tierra para apoyar la protección ambiental. Una jornada que Disney+ conmemora con el estreno de Osa polar.
Un largometraje que viene a engrosar el listado de producciones hechas bajo la firma de Disneynature, el estudio franco-estadounidense que se dedica a producir documentales para The Walt Disney Studios.
El cual incluye cintas como El ala carmesí: el misterio de los flamencos, Alas de la vida, Grandes felinos africanos: el reino del coraje y Los elefantes; las que poseen un rasgo esencial: todas fueron creadas para debutar el Día de la Tierra.
Esto porque su objetivo es contribuir a educar a pequeños y grandes espectadores en torno a la conservación de entornos naturales y especies en peligro, a través de piezas de gran factura técnica, hechas por destacados directores.
Entre ellos Alastair Fothergill, el realizador británico detrás de varios de los documentales de Disneynature, como también muchos de la BBC, que en Osa polar se une a Jeff Wilson para presentar una conmovedora historia.
La que se ambienta en el ártico y tiene como sus protagonistas a una joven mamá osa polar -que en la versión original narra su historia por medio de la voz de la actriz Catherine Keener (Capote)- y su primera e inexperta cría.
Un documental y dos realidades
Pero, como la blanca protagonista asegura, su entorno está cada día más diferente, porque los hielos que antes cubrían el extremo norte del planeta se han ido derritiendo cada vez con mayor rapidez, poniendo en peligro su supervivencia.
Lo que lleva a la osa polar a recordar su propia infancia, cuando todavía se desplazaba junto a su madre y su hermano mellizo a través de un mar de hielo, donde las focas eran su principal alimento y, por lo tanto, objeto de caza.
Aunque esto quedaba en manos de mamá osa, mientras los pequeños hermanos se dedicaban a jugar cerca de ella. Sin embargo, al pasar los meses ellos también comenzaron a explorar sus capacidades predadoras.
Lo que en el presente le ayuda a la joven protagonista a buscar alguna presa en medio de un ambiente cadavez más adverso, donde el deshielo ha provocado que el alimento sea cada vez más difícil de encontrar.
En el paralelo que a través de su relato va efectuando Osa polar, donde se contrarresta la normalidad que experimentaban solo hace unos años estos grandes animales del ártico, versus el deshielo provocado por el cambio climático.
Lo que marca el eje de un conmovedor trabajo audiovisual que busca concientizar sobre esta grave situación, ayudando a Polar Bears International (PBI) en su tarea de proteger a las osas polares, sus cachorros y su hogar ártico.
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