Outer Banks: la nueva apuesta juvenil de Netflix que une romance y suspenso
Si te enganchaste a series como The O.C. y Dawson's Creek o con películas como Los Goonies, entonces te gustará Outer Banks, la nueva apuesta juvenil de Netflix.
Luego de que el huracán Agatha azota la costa sureste de los EE.UU., varias de sus islas quedan afectadas por la fuerza de la naturaleza. Pero en una de ellas el ciclón también desencadena la búsqueda de un tesoro y el inicio de Outer Banks.
Este es título de la serie, además del nombre del lugar donde se desarrolla su trama, con que Netflix vuelve a apostar por la audiencia juvenil. Un espacio que combina la aventura, el suspenso, el romance y las diferencias sociales que enfrenta un grupo de adolescentes.
Este último lo encabeza John B (Chase Stokes), narrador y principal protagonista del relato, y quien experimenta la aventura en compañía de sus mejores amigos: JJ (Rudy Pankow), Pope (Jonathan Davis) y Kiara (Madison Bailey).
Los Pogues
Ellos se autodenominan “los Pogues” y pertenecen al sector sur y más pobre de Outer Banks -aunque Kiara en realidad tiene dinero, por ser hija de un comerciante local- y mantienen una rivalidad de años con los jóvenes más acomodados, conocidos como los Kook.
Y a pesar de la actitud desinhibida de John B y sus compañeros, quienes reparten sus días entre el surf y las cervezas, él todavía no supera la desaparición de su padre hace nueve meses, cuando salió a navegar por el mar y se perdió su rastro.
Pero luego de que los jóvenes amigos descubren una moderna embarcación bajo el agua en un sector del pantano, se desata una serie de hechos relacionados con el tesoro que estaría sumergido dentro de un antiguo buque, hundido en 1829 en la costa local.
No solo enfrentan a un par de criminales que busca una antigua brújula -que coincidentemente pertenecía al padre de John B- y a la policía local, sino que además sus vidas se cruzan, para bien o para mal, con varios representantes de los Kooks.
Entre ellos los adinerados Sarah (Madelyn Cline), su hermano Rafe (Drew Starkey) y su novio Topper (Austin North), quienes tienen como grandes preocupaciones el pasear en sus lanchas o motos, o que vestirán para la fiesta de verano en el club local.
Aventura y romance para adolescentes
Pero, como se verá en los siguientes capítulos de Outer Banks -que totalizan 10-, estos Kooks son mejores o peores de lo que parecen. Como Topper y Rafe, que tratan de manera violenta a los Pogues; o la sensible Sarah iniciando un romance con John B.
Y aunque las diferencias de clases son un ingrediente esencial en la serie, su veta más interesante es la relacionada con el millonario tesoro que estaría debajo del mar. Una búsqueda que además reconecta a John B con su desaparecido padre.
Su investigación, tanto en tierra como en el mar, enfrenta a los chicos a más de un peligro y a extraños lugares y personajes -como la dueña ciega de una mansión local-, que son los que finalmente entregan los mejores momentos al relato.
Así, entre momentos plenos de acción y riesgo, en contraste a otros cargados de romance y crecimiento juvenil, Outer Banks va desplegando sus capítulos bajo la guía de sus creadores, Shannon Burke y los hermanos Jonas y Josh Pate.
Una apuesta que con seguridad será del agrado de su público objetivo, los adolescentes -a pesar de que sus protagonistas se ven mayores de los 17 o 18 años que deben tener-, y que a algunos mayores les traerá recuerdos de algunas series o películas que ya vieron.
Esto, porque Outer Banks está ambientada en un sector similar al que se desarrollaba Dawson’s Creek, posee varios puntos en común con The O.C. y, en su veta de aventura tiene bastantes referencias a una cinta clásica de los 80: Los Goonies.
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