En la primera escena de Paddleton, la nueva película de Netflix, Michael (Mark Duplass) se entera de que tiene cáncer y que es muy probable que muera. Ese dramático punto de partida da pie a una historia de amistad y compañía que conmueve, pero que también saca un par de risas.
En esa escena lo acompaña Andy (Ray Romano) su mejor amigo y vecino, y lo mismo sucederá durante los otros 80 y tanto minutos que dura el filme. Andy no deja ni a sol ni a sombra a Michael, porque, además, ambos son bastante solitarios. Sólo se tienen el uno al otro.
Son un par de solterones sin mucho atractivo, con pegas rutinarias, departamentos horribles y mal decorados. Lo de ellos es la rutina, una que básicamente consiste en jugar “paddleton”, un deporte parecido al tenis que ambos inventaron, ver películas de kung fu y comer pizzas.
En ese camino hacia la muerte, Andy salpica de optimismo y chistes (muchos de ellos sin mucha gracia) el día a día de su amigo, situación que se traspasa a la película, un drama que resulta llevadero y menos lacrimógeno gracias a esas chispas de humor.
Buenas actuaciones de ambos protagonistas en un filme que vale la pena para valorar la amistad y su importancia, en las buenas y en las malas. Prepara tu pañuelo, eso sí, porque el final es estremecedor.