Peaky Blinders: llega a Netflix la última temporada del aplaudido drama criminal con Cillian Murphy
Seis capítulos componen la sexta e imperdible entrega del espacio creado por Steven Knight, que se convirtió en todo un referente de las producciones británicas con su historia centrada en el clan Shelby.
Fue el jueves 12 de septiembre de 2013 que Peaky Blinders debutó en Reino Unido por la señal de BBC Two y comenzó a escribir una importante página del drama criminal en pantalla gracias a su singular historia.
La que casi una década después suma sus últimos párrafos a nivel planetario, luego de que su sexto y conclusivo ciclo debutará en abril pasado en Reino Unido para ahora despedirse del público mundial a través de Netflix.
La plataforma de streaming que en 2014 adquirió los derechos del espacio creado por Steven Knight, para llevar a diferentes rincones su historia de época centrada en la pandilla liderada por Thomas Shelby.
El personaje encarnado a lo largo de 36 episodios por Cillian Murphy que se convirtió en un referente del cable y el streaming reciente en compañía del resto de la familia con sangre irlandesa y romaní asentada en Birmingham.
Un grupo de hombres bien vestidos y con afiladas navajas en sus boinas, integrado por Thomas, o Tommy, y sus hermanos Arthur (Paul Anderson) -que a pesar de ser el mayor no tiene el mando- y Johnny (Joe Cole).
Los diferentes antagonistas del clan Shelby
Sin olvidar al más pequeño del clan, Finn (Alfie Evans-Meese), su hermana Ada (Sophie Rundle) y su tía Polly (Helen McCrory), quien se hizo cargo de la familia y sus negocios mientras los mayores estaban en la guerra.
Y fue en 1919, cuando Tommy, Arthur y Johnny volvieron de combatir y retomaron su labor en la pandilla, que se inició su biografía en pantalla, al ritmo de Red right hand de Nick Cave y con Small Heath como escenario.
El popular sector de sus hogares y casa de apuesta, desde donde en un primer momento combatieron los planes del Inspector Campbell (Sam Neill) y a su rival de negocios Billy Kimber (Charlie Creed-Miles).
Para luego enfrentar a diferentes antagonistas, desde el judío ortodoxo Alfie Solomons (Tom Hardy) -con quien Tommy tiene una extraña amistad- hasta la amenaza facista, pasando por aristocratas rusos y la mafia italoamericana.
Mientras en forma paralela Tommy también combatía los traumas de la guerra e iniciaba un romance con Grace (Annabelle Wallis), quien llegó ocultando su labor con la policía y más tarde se convirtió en su primera esposa.
Los conflictos y amenazas del adiós
Y es precisamente con la misma mezcla de conflictos personales y “profesionales” que arranca la última e imperdible temporada de Peaky Blinders, cuando corre 1933 y se comprueba que Tommy no logró suicidarse.
Sin embargo, las cosas empeoran para el líder de los Shelby cuando recibe un mortal envío: los cuerpos de tres de sus aliados, quienes fueron eliminados en represalia por el intento de asesinato de Mosley Oswald (Sam Claflin).
Su aristócrata colega de la Cámara de los Comunes que surgió como antagonista en el ciclo anterior y se convierte en el gran villano de la última entrega, simbolizando al fantasma del fascismo que amenaza a Europa.
Pero existe otro peligro que viene de Estados Unidos, desde el corazón de la mafia de Boston, y se relaciona directamente con otro miembro de la familia: Michael (Finn Cole), el hijo de Polly decidido a eliminar a su primo.
Así, con diferentes enemigos más cerca que nunca, un taciturno Tommy sigue como el gran antihéroe de una incomparable serie, que se despide con una temporada en que el drama supera en protagonismo al crimen.
Donde nuevamente son claves las actuaciones de su elenco -en especial la de Murphy-, su acabada y estilosa puesta en escena, y las anacrónicas canciones que acompañan las últimas horas en pantalla del clan Shelby.
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