Por siempre jamás: el suspenso toma forma de serie en la nueva adaptación de las novelas de Harlan Coben
Cinco capítulos componen la cuarta creación original de Netflix basada en los libros del autor estadounidense, donde su protagonista enfrenta un misterio que une las pérdidas que ha sufrido en el pasado y el presente.
Para los seguidores de las series de suspenso de Netflix, el nombre de Harlan Coben es ya el de un viejo conocido. El que hace ya un tiempo llegó a un acuerdo para que 14 de sus novelas fuesen llevadas a la pantalla por la plataforma de streaming, siendo la última de ellas Por siempre jamás.
La que publicada en 2002, bajo el título Gone for good, viene a sumarse a las adaptaciones de No hables con extraños, Bosque adentro y El inocente, que además de basarse en la obra de Coben comparten el hecho de ser realizadas en diferentes lugares del mundo.
Así, luego de Polonia, Reino Unido y España, le toca a Francia ser el país productor de Pos siempre jamás, historia de suspenso donde un joven sufre por varias muertes y desapariciones, y que tiene como los encargados de llevarla a la pantalla a David Elkaïm y Vincent Poymiro.
Y cuya historia abandona la Nueva Jersey original para trasladarse a la ciudad de Niza de 2010, donde Guillaume Lucchesi (Finnegan Oldfield) sufre dos tragedias: la muerte de su novia Sonia (Garance Marillier) y la desaparición de su hermano Fred (Nicolas Duvauchelle).
Pero poco después la narración viaja al presente, cuando Guillaume trabaja como asistente social, ayudando a niños y jóvenes en problemas, en especial inmigrantes, junto a su pareja, Judith (Nailia Harzoune), y en la institución que dirige su amigo Daco (Guillaume Gouix).
La repentina desaparición de Judith
Y es cuando asiste al funeral de su madre, que Guillaume es testigo de una llamada por celular que inquieta a Judith. Poco después ella le comunica que deberá viajar esa misma noche por lo que no lo acompañará el resto del día que él pase en compañía de su padre.
Sin embargo, al volver al departamento que comparte con Judith, Guillaume descubre que ya no están sus cosas y lo que es peor, cuando intenta enviarle un mail, ya no existe su dirección de correo y tampoco contesta los mensajes que le manda a su celular.
Esto pone al joven a comenzar una búsqueda por su novia, donde lo ayuda Daco y que lo pondrá ad portas de una serie de cuestionamientos y revelaciones sobre la mujer que ama. Más después de que la policía la busca por la muerte de dos mafiosos.
Al mismo tiempo que, a través de saltos al pasado, se va conociendo lo que sucedió hace 10 años, cuando Sonia resultó muerta por un tiro y Fred, que estaba en el mismo lugar, fue perseguido por un hombre que también la disparó. Hecho del que fue testigo Inès.
Esta última es la hermana menor de Sonia, quien en esa fecha era una niña y reconoció al hombre que tenía el arma y además escondió el celular de su hermana en el patio de su casa. Y la cual en la actualidad -encarnada por la misma Marillier- estudia psicología.
El misterio que une al pasado y el presente
Todo se complica aún más para Guillaume, su padre y hermana cuando descubren que hasta poco antes de morir su madre retiraba cada mes grandes cantidades de dinero de la cuenta bancaria que tenía con su marido. El que usaba para pagar a un detective privado.
El que desde hace ocho años venía rastreando la pista de Fred, quien supuestamente estaría vivo y dedicado al delito. Aunque las revelaciones están lejos de acabarse, luego de que este mismo investigador le hace llegar a Guillaume los registros policiales de Judith.
Los que confirman su pasado en la prostitución y su asociación con un narcotraficante. A lo que luego se suma otro hecho clave, luego de que Inès desentierra el teléfono de Sonia y descubre un vínculo entre esta última y la desvanecida novia del protagonista.
Algunas de las casi increíbles asociaciones entre hechos y personajes que se van desplegando a lo largo de los cinco capítulos de la serie. En los que siempre está presente la firma de Harlan y su capacidad de dibujar una telaraña de sospechas y sospechosos.
Y siempre los personajes superan verdaderas calles sin salida para llegar a una verdad aún más sorprendente. En un camino que en el caso de esta versión seriada de Por siempre jamás por muchos momentos abusa de los saltos temporales.
Sin embargo, los amantes del buen suspenso disfrutarán del desafío de atar los cabos sueltos de una trama que nunca pierde ritmo, incluyendo un grupo neonazi, retornos del pasado y hasta una cuota paranormal, y que envuelve en su laberíntico misterio.
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