Los superpoderes se toman la acción en Proyecto Power, la nueva película de Netflix
La ciudad de Nueva Orleans es el escenario de la rápida y violenta cinta donde un ex militar, una adolescente y un policía se enfrentan a un peligroso descubrimiento científico.
En los últimos meses, las películas originales de Netflix han apostado, y con buenos resultados, a la acción. Un género que siempre llama la atención de los espectadores y que, tras Misión de rescate y La vieja guardia, añade este viernes a su oferta Proyecto Power.
Y si la esencia de la cinta con Chris Hemworth era la violencia más pura, las otras dos optaron por agregar ficción a sus tramas. Con guerreros ancestrales en el caso del largo con Charlize Theron y, en el del filme en estreno, los fantásticos efectos de una píldora.
La misma que fue bautizan como Power y que, como se ve en los primeros minutos de la trama, se distribuyó gratuitamente entre los traficantes de Nueva Orleans y produce en sus consumidores diversas reacciones relacionadas con algún superpoder.
Desde correr a velocidades increíbles, pasando por convertirse en una antorcha humana, hasta recibir impactos de balas sin daño alguno; pero solamente por un periodo exacto de cinco minutos y a veces con reacciones secundarias que pueden ser mortales.
Algunas semanas después, ya varios la consumen y entre sus vendedores se cuenta Robin (Dominique Fishback), jovencita que cobra US$500 por cada cápsula y tiene entre sus compradores y amigos al detective de la policía llamado Frank (Joseph Gordon-Levitt).
Pero hay una tercera e importante pieza en este intrincado puzzle: Art (Jamie Foxx), quien también se hace llamar El Mayor y hace unos años fue uno de los soldados en que se realizó la investigación genética de la que después nacería Power.
Superpoderes en malas manos
Tras un desencuentro inicial, el policía, el ex militar y la valiente Robin deberán unir fuerzas para ir contra quienes están detrás de lo que se denomina “la próxima evolución humana”, pero que en el camino dejó a varias víctimas inocentes.
Este es el grupo liderado por una despiadada científica que además raptó a la hija de Art, Tracy (Kyanna Simpson) -quien nació con poderes al descender de alguien donde probaron el Proyecto Power-, y que tiene su centro de operaciones en el barco Génesis.
De esta manera, a la consabida cuota de escenas de persecuciones, balaceras y peleas que toda película de acción requiere, la nueva cinta dirigida por Henry Joost y Ariel Schulman agrega grandes dosis de superpoderes y no siempre en buenas manos.
Una suma de elementos que confieren a Proyecto Power un ritmo casi imparable, con escenas donde la violencia y la adrenalina se toman por completo la pantalla. Algo que deja poco espacio para un mayor desarrollo dramático de sus personajes.
Sin embargo, el resultado final con seguridad será del agrado de los seguidores del género, y de algunos fanáticos de las cintas de superhéroes, convirtiéndose en una muy buena alternativa con el sello de Netflix para ver este fin de semana.
Comentarios