Las calles de Londres vuelven a ser escenario de una serie, pero ahora lejos de su lado más conocido, y digno de una postal, en Rain dogs, la nueva serie coproducida por HBO y la BBC.
La cual toma como base de sus ocho episodios un relato original concebido por la novelista y dramaturga Cash Carraway, conocida por sus memorias Skint estate: notes from the poverty line.
Un relato crudo que tiene como vitrina la plataforma de HBO Max, definido oficialmente como comedia dramática, pero que tiene como esencia el lado menos luminoso de esta vida.
El cual deja de lado el eje político, comercial y más aristocrático de la capital británica, para adentrarse en sus barrios más empobrecidos, aquellos de grandes torres y pequeños departamentos.
En uno de los cuales vive la esforzada protagonista de la serie: Costello Jones (Daisy May Cooper), una aspirante a escritora que lucha por juntar el dinero que le permita sobrevivir con su hija.
La sobrevivencia del día a día
Una niña llamada Iris (Fleur Tashjian) que a sus cortos 10 años está consciente de que nada es fácil, menos cuando llega la policía a sacarte de tu hogar por no haber pagado el arriendo.
Una deuda de meses que Costello no ha podido cancelar, porque lo poco que gana en un peep show de mala muerte -donde se exhibe por monedas-, no alcanza para los gastos de su familia.
Pero a pesar de que las cosas no están a su favor y en mirada siga presente de desilusión, la protagonista no se deja abatir, buscando refugio en la lavandería local o en el auto de su mejor amiga.
Una situación a millones de kilómetros de lo ideal, que claramente Iris y Costello habían experimentado antes -además de otras dificultades-, como miles de personas alrededor del planeta.
Y esa es una de las características claves de Rain dogs, hacer de la historia de sus personajes un espejo de las carencias que se pueden vivir en Londres, Santiago o Tombuctú.
Los otros protagonistas de la serie
De las cuales también son protagonistas Selby (Jack Farthing) y Gloria (Ronkẹ Adékoluẹjo), figuras claves en el devenir de Iris y Costello, e “integrantes” de la disfuncional y arruinada familia.
Con el primero recién saliendo de la cárcel tras cumplir condena por un ataque violento -que luego se sabe fue por defender a Costello-, para volver a su gran casa en uno de los mejores barrios.
Sin embargo, el adinerado treintañero gay prefiere pasar las horas apostando en el mahjong y ayudando a Iris y su madre, con quien tiene una relación que se mueve entre el amor y la recriminación.
Mientras Gloria, la mejor amiga de Costello y madrina de su hija, trata de no cometer más errores como empleada de la funeraria que posee su padre, tras sus seguidas noches de borrachera.
En los escollos en el camino de los, a pesar de todo, entrañables personajes de una serie donde tras la crudeza de la carencia material se asoma la esperanza, gracias al cariño y la resiliencia.