A meses del estreno de la primera película sobre la valiente Kora en el universo regido por Mundo Madre, llega a Netflix Rebel Moon (parte dos): la guerrera que deja marcas.
La secuela de una cinta a la que el controvertido Zach Snyder, su ideólogo y director, dotó de grandes dosis de oscuridad y violencia, como ha hecho con sus anteriores trabajos.
Un verdadero sello creativo con el que dejó felices a sus fieles admiradores, pero una vez más no logró conquistar a los especialistas, esencialmente por lo confuso de su trama.
Además de una sobre dramatización de algunas situaciones que hizo palidecer a una historia en esencia efectiva y con buenos efectos especiales y escenas de acción.
Un último elemento que se duplica en el reencuentro con el personaje interpretado por Sofia Boutella y sus guerreros, que se ambienta poco después del cierre del filme anterior.
El almirante no estaba muerto
Cuando tras enfrentarse con Atticus Noble (Ed Skrein), el desquiciado mano derecha del no menos demente tirano Balisarius (Fra Fee), y creerlo muerto, regresaron a la luna de Veldt.
Específicamente al asentamiento de colonos en que se inició la historia, donde se reencontraron con los lugareños y el viejo robot Jimmy (voz de Anthony Hopkins).
El que se convierte en testigo privilegiado de cómo el grupo liderado por la ex soldado imperial y los granjeros se preparan para enfrentar al Almirante Noble y su ejército.
Ya que como se vio en la cinta anterior, el demente oficial no solo tiene la misión de terminar con los enemigos de Balisarius, sino también llevarle de vuelta a su “hija” Kora/Arthelais.
Pero antes de que Noble llegue a la luna y revele su “resurrección”, los habitantes de Veldt dan la bienvenida a sus salvadores y después se ponen bajo sus órdenes.
Kora encara nuevamente al imperio
En un inicio al más puro estilo de la cinta Los siete magníficos -a su vez inspirada en Los siete samuráis– que además incluye una larga escena donde se cosecha trigo.
Ya que a juicio del ex general Titus (Djimon Hounsou) la mejor forma de evitar el ataque directo del Imperio es el grano que tanto les interesa para su propia subsistencia.
Un pasaje que se siente bastante forzado, al que siguen varios flashbacks enfocados en los respectivos pasados de los guerreros, que también se perciben como un relleno.
Luego de lo que llega el esperado cara a cara, en una nave espacial, entre Kora y su gran antagonista, mientras en tierra los granjeros demuestran su valentía.
En el clímax de una relato donde Snyder otra vez usa la violencia y la parafernalia de los efectos especiales para suplir la falta de dramatismo y profundidad de los personajes.
El que además incluye el sacrificio de algunas de sus figuras principales y una revelación final que abre el camino para una nueva película con Kora y compañía.