En la década de los 90 y parte de la del 2000, un exitoso espectáculo musical conquistó el mundo con su apuesta por la música y la danza tradicional de Irlanda. ¿Su nombre? Riverdance.
El mismo que partió como un show del entretiempo del festival Eurovisión de 1994 y que luego después se convirtió en un musical que se paseó por escenarios de todo el planeta, convocando a más de 25 millones de espectadores.
Casi tres décadas después de su debut, Riverdance llega a Netflix transformada en un película animada para toda la familia, que cuenta con partituras del mismo creador del musical, Bill Whelan, y que presenta a las nuevas generaciones la cultura y las tradiciones irlandesas.
Las que mantiene vivas Patrick (en la voz de Pierce Brosnan), el encargado de encender el faro de la aldea, labor en la que la acompaña su nieto, el pequeño Keegan (Sam Hardy).
Un niño a quien su abuelo le recuerda siempre una leyenda, la que cuenta que los ríos fluyen y la vida se mantiene gracias a la danza de unos enormes alces que realizan coreografías de música irlandesa.
Además, poseen largo argos cuernos codiciados por un cazador que anda tras ellos y es precisamente la luz del faro protege a estas criaturas de sus planes malévolos.
Música, baile y leyendas
Sin embargo, justo antes de la fiesta de St. Patrick’s Day, la celebración más importante de Irlanda, el abuelo muere y Keegan queda como encargado de encender el faro.
Pero tras la pérdida, el pequeño se desanima, poniendo en riesgo la danza y, por lo tanto, el resguardo de la luz que hace fluir los ríos y da la vida.
Aunque poco después su percepción cambia cuando conoce a los enormes alces, los Megaloceros giganteus, los que tienen como lider al imponente y sabio Ben.
Acompañado de su amiga Moya (Hannah Herman Cortes), Keegan no solo se de cuenta de que estas criaturas realmente existen, sino también de que hablan y realizan perfectas coreografías, además de practicar deportes.
Un descubrimiento que lo llevará a conocer la importancia de conservar las tradiciones y la cultura y que también lo ayudará a enfrentar la pérdida de su abuelo, en una historia cargada de música, baile y magia, ideal para ver con los más chicos de la casa en vacaciones.