A los pocos días de su publicación en 2019, y de convertirse en uno de los libros más vendidos en EE.UU., los derechos de Rojo, blanco y sangre azul fueron adquiridos por Amazon Studios.
Y aunque ya pasaron algunos años de esa transacción, finalmente el romance literario LGBTQIA+, creado por Casey McQuiston para su primera novela, llega a Prime Video.
Lo que concreta convertido en la película de Matthew Lopez, en el debut en la dirección de este dramaturgo, donde Taylor Zakhar Perez y Nicholas Galitzine encarnan a sus protagonistas.
El atrevido hijo de la presidenta de los Estados Unidos, Alex Claremont-Diaz, y el compuesto príncipe de Reino Unido, Henry George Edward James Fox-Hanover-Stewart.
El extenso nombre del hermano menor del heredero al trono británico, bajo el que se esconde el veinteañero que inesperadamente encuentra al amor en quien menos espera.
Una enemistad convertida en amor
Porque lo que nutre tanto a la novela como a la cinta es la supuesta enemistad inicial de los protagonistas. Sin embargo, esta solo esconde las dudas y conflictos que ellos enfrentan.
Lo que el largometraje explora a lo largo de dos horas marcadas por el romance, varios encuentros bastante sensuales y muchos de los lugares comunes en los rom coms fílmicos.
Entre los que se cuentan citas a escondidas y desacuerdos, que acá se mueven entre Washington D.C., la capital inglesa, algunos hoteles y la casa de descanso de los Claremont-Diaz.
Los ingredientes de un relato que, con algunos cambios, revive en pantalla la narración literaria multiventas, logrando conquistar a los fanáticos del romance y sus complicaciones.
El cual comienza cuando Alex (Perez) y Henry (Galitzine), se reencuentran en el matrimonio del hermano de este último, el príncipe Philip (Thomas Flynn), pero las cosas salen algo mal.
Un romance contra viento y marea
Ya que la enemistad que ellos profesan, desde que se conocieron hace un tiempo en una conferencia en Melbourne, los lleva a una tensa charla y a un accidente con la torta de los novios.
Lo que no solo los deja cubiertos de crema y bizcocho, sino que también provoca una rápida reacción por parte de la Casa Blanca y el gobierno británico para evitar roces diplomáticos.
Donde la solución avalada por la Presidenta Ellen Claremont (Uma Thurman) y su jefa de gabinete, Zahra (Sarah Shahi), es que Alex viaje a Londres para limar asperezas con Henry.
En el primer paso para que los veinteañeros comiencen a dejar atrás su rencilla y descubran las cosas que los unen, dando paso a la atracción y un romance inevitable.
El que, como es de esperar, enfrentará la presión de una institución monárquica y de los medios, al mismo tiempo que la cinta logra superar los clichés de su trama y la disparidad de su elenco.