En 2019, tras debutar en las series con Vis a vis, Najwa Nimri se unió a La Casa de Papel como la Inspectora Sierra confirmando su don para los papeles con carácter. Un talento que afianza en Sagrada familia.
El nuevo espacio serial español de Netflix creado por Manolo Caro, el reconocido realizador mexicano de La Casa de las Flores y Alguien tiene que morir, donde Nimri encarna a una madre dispuesta a todo.
Y cuya oscura historia se conoce a lo largo de ocho episodios escritos por Caro en compañía de Fernando Pérez y María Miranda, que tienen como escenario central el barrio de Fuente del Berro.
Un sector residencial del municipio de Madrid en el que vive Gloria (Nimri), una artista del vitral, junto a su bebé Hugo y a Aitana (Carla Campra), la estudiante de cine que la ayuda en casa.
Aunque al pasar muy poco se revela que sus nombres son otros y su relación también, sumando a Abel (Iván Pellicer), el joven que se esconde en el subterráneo del hogar y tienda de vitrales de Gloria.
Pero en Fuente del Berro además viven sus amigas Blanca (Macarena Gómez), quien es madre de Lorenzo (Lorenzo Angellotti), y Alicia (Ella Kweku), que es profesora en una escuela local.
El pasado que incomoda a Gloria
Un grupo al que rápidamente se suma la recién llegada y extranjera Caterina (Alba Flores) -con un acento muy extraño-, su niña de cuatro meses y su esposo Germán (Álex García).
Sin embargo, ellos también ocultan sus verdaderas identidades e intenciones, que se relacionan directamente con el pasado de Gloria, de cuando se llamaba Julia y vivía con sus hijos en Melilla.
Un traumático ayer que vuelve a su vida, al mismo tiempo que quienes la rodean experimentan sus propios problemas y nuevas experiencias, como Alicia tratando de adoptar un hijo.
O Aitana comenzando una relación con el adinerado estudiante de música Marco (Álvaro Rico) y Abel sintiéndose atraído por Germán, a quien conoció una noche y del que ignora su verdadero propósito.
En un juego de verdades, mentiras, manipulación y peligro, que envuelve a los personajes y lleva al espectador a través de un thriller con alma de culebrón, marcado por la singularidad del trabajo de Caro.
Quien con Sagrada familia ofrece su ácida mirada a la maternidad, con las actuaciones de Nimri y Flores como sus principales aliadas, resarciendo un poco el tropiezo que fue su Érase una vez… pero ya no.