Saltburn: la comedia negra de Prime Video con una fábula sobre privilegio y psicopatía
Luego de su aplaudida Hermosa venganza, Emerald Fennell vuelve como guionista y directora de la película centrada en la visita que un “inofensivo” estudiante realiza a la propiedad familiar de un aristocrático compañero.
Tras debutar de la mejor forma como directora y guionista de un largometraje con Hermosa venganza, la inglesa Emerald Fennell retorna a su papel como cineasta con Saltburn.
La comedia negra que tras su paso por festivales y salas de cine, se sumó al catálogo de Prime Video con su particular y provocadora historia de privilegios y psicopatía.
Donde Fennell deja suelo estadounidense, en que ambientó su anterior cinta con Carey Mulligan, para establecerse en Inglaterra, teniendo como su primer escenario Oxford.
Específicamente en la universidad que alberga, hasta donde a mediados de la década del 2000 arriba el becado Oliver Quick (Barry Keoghan) para ser uno de sus estudiantes.
Aunque no uno de los más populares, como queda en claro con sus primeras interacciones con sus compañeros. Pero todo cambia después de que le ofrece ayuda a uno de ellos.
El cual es Felix Catton (Jacob Elordi), un atractivo joven que pertenece a una aristocrática familia, al que Oliver le presta su bicicleta y lo salva de un problema con su tutor estudiantil.
Oliver es invitado a Saltburn
Lo que lleva a Felix a integrar a su “salvador” a su grupo de amigos, que incluye a su primo Farleigh (Archie Madekwe), quien no ve con tan buenos ojos al recién llegado.
En especial cuando Felix invita a Oliver a pasar el verano en su casa, después de conocer el drama familiar de este, que incluye drogadicción y la muerte de su padre.
Así, de un día a otro, el protagonista se encuentra viviendo en Saltburn, la mansión de los Catton en la campiña británica, donde es recibido por sus particulares integrantes.
Los que son encabezados por el distraido Sir James (Richard E. Grant) y su esposa Lady Elspeth (Rosamund Pike), quien fue modelo y por un tiempo también lesbiana.
Y cuenta con sus hijos Felix y Venetia (Alison Oliver), Farleigh y sus criados, encabezados por el mayordomo Duncan (Paul Rhys), que tampoco confía en el invitado.
Un recelo que no está equivocado, ya que detrás de su mediocridad y indefensión, Oliver esconde una retorcida personalidad que romperá la burbuja en que viven los Catton.
En un relato que confirma el talento de Fennell para dibujar sátiras algo perversas, siempre amparada en espléndidas actuaciones, como las que acá realizan Keoghan y Pike.
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