Tras la buena llegada entre sus suscriptores de Desconectados, Prime Video apuesta nuevamente por una película original chilena: Sayen, aunque esta se ubica muy lejos de la comedia.
Ya que la cinta escrita por Patricio Lynch, Carla Stagno y Paula del Fierro tiene como motor del relato a la acción, bajo la dirección de un verdadero especialista en este género, Alexander Witt.
El cineasta chileno-estadounidense que se hizo conocido en Hollywood como director de segunda unidad, es decir, que tiene a su cargo las escenas en exteriores y en especial las de acción.
Una importante labor que Witt desarrolló en filmes como Casino Royale, Gladiador y La caída del Halcón Negro, que complementó con Resident evil 2: Apocalipsis, su primer largo como realizador.
Para ahora debutar con una cinta en suelo natal, la primera de una trilogía enfocada en la figura de Sayen (Rallen Montenegro), una joven mapuche que debe luchar por su vida y su familia.
La visita que desencadena todo
La protagonista de una narración donde nuevamente los huincas o winkas -todos los no mapuches- se convierten en los villanos de la historia, tanto chilenos como empresarios españoles.
Un enfrentamiento que parece no tener fin y en la ficción fílmica se ambienta en plena Araucanía, desde que Sayen retorna a su hogar familiar en medio de los bosques del sur del país.
Donde se reencuentra con su abuela Ilwen Lemunko (Teresa Ramos), machi e importante figura de su pueblo, y amigos de la infancia como José (Camilo Arancibia), quien es periodista.
Pero la tranquilidad se termina cuando aparecen los representantes de una multinacional, encabezados por el joven español Antonio (Arón Piper, Elite), para hacerle una oferta a Ilwen.
La que consiste en varios millones por sus terrenos, ya que quieren sumarlos a un proyecto de preservación ecológica. Pero, como es de esperar, sus verdaderas intenciones son muy diferentes.
Corriendo por su vida
Ya que la empresa que dirige Máximo Torres (Enrique Arce, La Casa de Papel), padre de Antonio, está realmente interesada en explotar el cobalto que ocultan las tierras de Sayen y su familia.
A lo que se suma que el muchacho -que es violento y drogadicto-, le dispara a Ilwen al sentirse amenazado, para después mandar a quemarla en su casa junto a una inconsciente Sayen.
Sin embargo, esta última logra escapar y comienza una verdadera cacería por medio del bosque, durante la cual la valiente protagonista aplica las lecciones de defensa que recibió de niña.
Lo que la convierte en una verdadera heroína que salta a ríos y fabrica flechas con ramas, para enfrentar a los modernos invasores, en una carrera por su sobrevivencia que está lejos de terminar.
Y hace de Sayen una cinta interesante y audaz -al referirse a un conflicto real-, con bella fotografía y una efectiva protagonista, que puede ser vista por el público de cualquier país.