Frente a una gran desilusión, por lo general lo que viene es tristeza y alejamiento. Pero en el caso de Senderos peligrosos, lo que aparece después de una decepción amorosa es la venganza.
Una reacción inusual, pero no imposible, que es el eje de Wilderness, la novela de B.E. Jones, como también de la versión como serie para Prime Video de este libro de la escritora galesa.
El espacio británico de seis emisiones, creado por Marnie Dickens, que lleva a la acción real la historia de Liv (Jenna Coleman) tras casarse con Will (Oliver Jackson-Cohen).
Su en apariencia encantador esposo y ejecutivo de una cadena hotelera, que por trabajo lleva a la protagonista a dejar su trabajo como periodista y mudarse de Londres a Nueva York.
Donde la pareja que lleva unos meses de casados comenzará una nueva vida, mientras él encara un nuevo desafío laboral y ella asume la labor de dueña de casa mientras escribe una novela.
Pero nada será tan idílico como esperaban, después de que Liv descubre que Will tuvo un affaire en uno de sus viajes de negocios y ella decide poner fin a su matrimonio.
Un viaje para “reconciliarse”
En una intempestiva, aunque lógica reacción que dará paso a una reconciliación, en el momento clave que da el vamos a un relato que mezcla el suspenso, el drama y bastante ironía.
Ya que tras el tenso reencuentro de la pareja y la planificación de un viaje en automóvil por el corazón del territorio estadounidense, Liv descubre que el engaño de Will no fue casual.
La relación extramarital es larga e importante, pero ella no dirá nada: la venganza será su recompensa. Lo que la lleva a idear distintas formas de eliminar a su marido durante la travesía.
Sin embargo, calla y mastica su rabia, hasta que las cosas se ponen más tensas cuando la amante de Will, su colega Cara (Ashley Benson), aparece junto a su pareja en el Parque Yosemite.
Lo que marca el definitivo punto de quiebre, haciendo que desde aquí el relato se mueva directamente hacia la violencia, las mentiras y el remordimiento, mientras se conoce más sobre Liv.
En el corazón de un espacio que cautiva por sus giros y demoledoras revelaciones, como su ritmo y la solidez de su elenco, en especial por la intensa actuación de Jenna Coleman.