Desde su llegada al streaming, hace ya cuatro años, Sex education dejó en claro que no iba a ser una serie más para el público juvenil, apostando por la comedia y el drama, pero con un gran contexto.
Donde son claves su visión sobre la sexualidad en la adolescencia como también la aceptación de las divergencias de género, las diferentes formas de hacer familia y de encarar los traumas.
Una mezcla inusual, y al mismo tiempo diferenciadora, que también estará en la cuarta y última temporada del espacio británico de Netflix creado por Laurie Nunn, compuesta de ocho episodios.
La que ya tiene fecha de estreno: debutará el 21 de septiembre para cerrar la historia de los jóvenes Otis (Asa Butterfield), Eric (Ncuti Gatwa) y Maeve (Emma Mackey), además de adultos como Jean (Gillian Anderson).
La terapeuta sexual que marcó la infancia y adolescencia de su hijo Otis, empujándolo inconscientemente a reprimir su sexualidad, para luego inspirarlo a iniciar una consulta clandestina.
La nueva y vanguardista secundaria
Los nombres que también son claves en el ciclo de despedida del espacio, que llegará en primavera con una trama que retoma sus vidas poco después de los visto en el final de tercera entrega.
Cuando Otis y su mejor amigo Eric enfrentan su primer día en el instituto Cavendish Sixth Form College, luego de que la Escuela Secundaria Moordale fue clausurada por falta de financiamiento.
Lo que los instala a un entorno educativo diferente, ya que si consideraban que Moordale era progresista, las cosas en su nuevo colegio están a la vanguardia, con yoga y alumnos muy amables.
Al mismo tiempo que Jackson (Kedar Williams-Stirling) trata de olvidar a Cal, Aimee (Aimee Lou Wood) inicia un curso de arte y Adam (Connor Swindells) no sabe si seguir en la educación tradicional.
Mientras en Estados Unidos, Maeve asiste a las clases del escritor Thomas Molloy (Dan Levy) en la Universidad de Wallace, haciendo que Otis la eche de menos a miles de kilómetros de distancia.