Las producciones documentales de HBO tienen una amplio apartado deportivo, que luego de centrarse en figuras como Muhammad Ali y Tiger Woods, con Shaq vuelcan su vista en Shaquille O’Neal.
El jugador de la NBA que pasó a la historia del básquetbol como una de las figuras claves del equipo los Lakers de Los Angeles, como también por su imponente figura y su no menos destacada personalidad.
Elementos que también son esenciales en el desarrollo de los cuatro capítulos que conforman el espacio dirigido por Robert Alexander, que debuta en por HBO para luego ser parte de HBO Max.
Los que tienen como su fuente principal al mismo deportista que tras convertirse en figura del baloncesto se transformó en parte de la cultura pop estadounidense, gracias al cine y la publicidad.
Y cuya biografía se dibuja en pantalla por medio de entrevistas a su familia, ex compañeros y entrenadores, junto a imágenes de archivo, teniendo como punto de partida su nacimiento e infancia.
El básquetbol se apodera de su cuerpo
Desde que vino al mundo en el seno de una familia muy religiosa de Nueva Jersey y fue bautizado teniendo como inspiración nombres islámicos: Shaquille que significa “pequeño” y Rashaun o “guerrero”.
Para luego ser parte del grupo familiar integrado por mamá Lucille, el segundo marido de ella, el sargento del ejército Philip -a quien Shaquille o Shaq siempre consideró su padre– y sus tres hermanos.
En una casa marcada por el cariño como también la disciplina marcial del patriarca, donde él pasaba sus días entre el colegio y la TV, viendo series como Los Jefferson y la cinta The fish that saved Pittsburgh.
La cual se centra en Dr. J, como se conocía al jugador Julius Erving, y empujó a su papá para llevarlo a verlo a un partido, haciendo que el espíritu del básquetbol se “apoderara de su cuerpo”.
Lo que marcó el destino de Shaq, quien a los 13 años ya medía 1.98 metros y era blanco de burlas sobre el que su tamaño denotaba menos capacidad mental, pero era tan inteligente como buen deportista.
Entre el triunfo y el ocaso de una carrera
Un talento en la cancha que lo llevaría en tan solo meses de jugar en la universidad en Luisiana a integrar los Orlando Magic, para después ser fichado por los Lakers y pronto ser clave en sus victorias.
Donde jugó bajo la guía de Phil Jackson y en compañía de Rick Fox, Derek Fisher y Kobe Bryant, con quien compartió un gran trabajo en el juego, pero luego entablaron una bullada enemistad.
Pero la docuserie también muestra la caída de O’Neal, cuando dejó los Lakers y comenzó un peregrinar por distintos equipos, además de diferentes lesiones, hasta que decidió retirarse en 2011.
Un camino que recorrió a la par de su incursión en el rap, en varias películas y en la publicidad de diferentes productos, sin olvidar su reciente faceta en la música electrónica como DJ Diesel.
Lo que se revive en pantalla a lo largo de cuatro emisiones centradas en la fuerte presencia del Shaquille y sus recuerdos, enmarcadas por una ágil narración, que incluye viñetas y el uso de la pantalla dividida.
Las que con seguridad harán las delicias de los amantes del básquetbol y, en especial, los fans de O’Neal, una figura clave de la historia del deporte que en Shaq revela detalles sobre sus triunfos y pérdidas.