El subgénero de la supervivencia inspira películas y series que han logrado cautivar al espectador. El cual en Netflix tiene su mejor ejemplo en El juego del calamar y ahora incorpora a Sigue respirando.
La nueva serie que explora otra rama de la sobrevivencia en pantalla, lejos de los macabros juegos del popular k-drama, ya que se centra en cómo una joven trata de subsistir en la naturaleza.
Lo que se desarrolla a lo largo de los seis episodios de la interesante ficción creada por Martin Gero y Brendan Gall, donde el peso del relato lo lleva la actriz y cantante mexicana Melissa Barrera.
Quien se ha hecho de un nombre como protagonista de la serie Vida y la película musical In the Heights, que acá tiene la misión de encarnar a Olivia “Liv” Rivera, la trabajólica abogada que encara una pesadilla.
La cual comienza a gestarse cuando Liv espera impaciente un pequeño avión comercial para viajar a Inuvik, un apartado pueblo en el noroeste de Canadá. Donde claramente debe llegar muy pronto.
Lo que se ratifica cuando su vuelo es cancelado por problemas con el viento en la zona y decide pedir a un par de desconocidos que la dejen viajar con ellos en su avioneta, a pesar del riesgo que esto encierra.
Entre la sobrevivencia y los traumas del pasado
Pero en medio del trayecto, la nave tiene problemas y cae a un lago, sobreviviendo solo Liv y Sam (Austin Stowell), un supuesto fotógrafo que se salva de morir ahogado gracias a su compañera de viaje.
Sin embargo, él tiene una grave herida en la pierna que lo hace perder mucha sangre y más tarde perder la vida, dejando a Liv sola en medio de un boscoso y desconocido territorio, sin agua ni comida.
Con lo que se inicia un relato donde la joven protagonista sobrevive gracias a su inteligencia y los bolsos que logra rescatar de la avioneta en el lago, descubriendo que Sam y el piloto llevaban dinero y drogas.
Lo que ocurre al mismo tiempo que revive mentalmente los principales pasajes de su vida, donde juegan un papel muy importante su colega e interés romántico, Danny (Jeff Wilbusch), y sus padres.
Con los cuales vivió una complicada infancia, ya que su mamá sufría de problemas mentales que afectaban la relación con su esposo e hija, y la empujaron a abandonar la casa familiar repentinamente.
Algo clave en el futuro de Liv y eje de los flashbacks que se apoderan de una serie que comienza bien, pero se diluye entre traumas y algunos riesgos, olvidando la emoción que necesitan este tipo de relatos.