El misterio y la muerte acechan a Sowie Doły en la segunda temporada de Símbolos
Llega a Netflix la nueva temporada de esta serie polaca, donde el comisario Michał Trela debe investigar varias desapariciones, mientras oculta un grave secreto.
En julio pasado, los suscriptores de Netflix pudieron conocer la primera temporada de Símbolos, la serie polaca que apostaba por el suspenso en un, en apariencia, tranquilo pueblo al pie de las boscosas montañas Sowie.
Una localidad que tiene el nombre de Sowie Doły a la que hace poco se trasladóm desde Cracovia el comisario Michał Trela (Andrzej Konopka), para hacerse cargo de la estación de policía local y de un caso que sacudió a su comunidad.
Este comenzó a desarrollarse luego de que a una conocida habitante la asesinaran de la misma forma que hace 10 años le quitaron la vida a una chica del lugar: con dos disparos en el corazón. Una investigación que además reveló secretos y complicadas subtramas.
Entre ellas la alianza del alcalde Paszke (Mirosław Kropielnicki) con una compañía para explotar meláfiro, truncada porque la mina fue usada por los nazis para enterrar a prisioneros judíos; y la inquietante presencia del predicador Jonasz (Andrzej Mastalerz).
Algunos de los protagonistas de un ciclo que terminó con Trela y su hija, Nina (Magdalena Żak), en peligro. El primero a manos del ex jefe policial Dzikowski (Zbigniew Stryj) y ella luego de que la raptara el religioso oficial Krzysztof Sobczyk (Piotr Trojan).
Y hoy, solo unos meses después de ese debut, llega a la plataforma la segunda temporada del espacio de misterio, cuya acción se retoma casi inmediatamente después de los últimos hechos conocidos.
Una compleja trama
En el primer capítulo de su retorno, Nina continúa desaparecida y Trela, agobiado por no poder encontrarla, se refugió en el alcoholismo, dejando a su mano derecha en la comisaría, la oficial Ada Nieradka (Helena Sujecka), con demasiado trabajo.
Una labor que repentinamente suma varios casos de desaparición, entre ellos el de una pareja de turistas que abandonó a su pequeña hija y el jeep en que viajaban, y cuya historia se va conociendo poco a poco de forma paralela al relato central.
Como también la repentina ausencia de la adolescente Kasia (Bianka Pilitowska) y de Krzysztof, a quien buscan sus propios colegas luego de que Trela, en solitario, descubre su gran secreto y decide tomar la justicia en sus propias manos.
Pero al parecer los realizadores de Símbolos tenían mucho que decir en este nuevo ciclo y agregaron otras subtramas que complementan la historia de nuevos y viejos protagonistas, aunque en varios instantes tienden a enredar el relato principal.
De esta forma, también se ve cómo Paszke lucha por la alcaldía con el ex marido de Ada, Blazej Nieradka (Michal Czernecki), quien a su vez realiza un trato con una sospechosa pareja, que está relacionada con un secreto nazi que rodea a Sowie Doły y sus montañas.
Un complejo tejido de personajes y misterios que en varios momentos pueden confundir al espectador, haciendo que esta segunda temporada de Símbolos -de ocho capítulos- sea un poco más complicada de seguir, y disfrutar, que su predecesora.
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