Ha pasado una década desde que Kim Young-kwang fue parte de la serie White christmas, como el temible Young-jae, para luego moverse por la comedia y el romance. Pero con Somebody retoma su lado oscuro.
Lo que el actor concreta en el escalofriante papel de Seong Yun-oh, un arquitecto que oculta su verdadera y peligrosa personalidad, guiada por la violencia y la psicopatía, muy lejos del k-drama habitual.
Uno de los protagonistas de la nueva serie corean original de Netflix, que se desplaza a través del thriller psicológico y el drama que guían sus ocho capítulos, impactando con su inusual historia.
La que se inicia enfocada en Kim Sum (Kang Hae-lim) desde que todavía es una estudiante de secundaria que pone su talento como programadora al servicio del dueño de un salón de juegos clandestino.
Una capacidad que la hace llamar la atención de una madura colega que algunos años después es su patrona en Spectrum, donde Sum es la Jefa de Desarrollo y Directora de Tecnología de Somebody.
Sum conoce al psicopático Yun-oh
La aplicación de citas que ella comenzó a desarrollar en su adolescencia y hoy es un éxito formando parejas, aunque todavía su creadora siga teniendo problemas para relacionarse con la gente.
Lo que lleva a tener una rutina diaria que cambia súbitamente cuando la app que creó comienza a ser ligada a una serie de crímenes anónimos, donde las víctimas han sido estranguladas.
Pero gracias a su intelecto y datos dados por otros programadores, Sum pronto se conecta por chat con Seong Yun-oh, al que por la forma de contestar su computadora califica como no humano.
Y quien, como el público y Sum ya sospechan, es el responsable de las muertes que investiga la policía y seguirá cobrando víctimas. El mismo que entabla una relación con la protagonista.
La cual poco a poco va revelando detalles de su personalidad, como que el Asperger forma parte de su vida y cada vez es más recurrente el que sienta euforia ante su cercanía con la muerte.
Las otras protagonistas del relato
Lo que sucede al mismo tiempo que reaparece en la vida de Sum su mejor amiga Gi-eun (Kim Soo-yeon), una perspicaz oficial de la policía que luego de un accidente está en silla de ruedas.
Quien coincidentemente también se cruza en el camino de Yun-oh y tras un insólito pasaje en su compañía, solo quiere dar con su paradero y cobrar venganza con la ayuda de la Mok-won (Kim Yong-ji).
Una búsqueda a la que suma a Sum, quien todavía desconoce que la persona a la que busca Gi-eun es el atractivo y psicopático arquitecto que ahora es parte importante de su existencia.
En la combinación de hechos y personajes de una de las más sombrías, pero no por ello menos interesantes series coreanas de Netflix de los últimos meses, que atrapa con su inquietante y perturbador relato.
Lo que consigue con una trama enfocada en el público adulto -por el sexo y la violencia-, donde se destacan las actuaciones de su pareja protagónica, como también su ambientación y un ritmo pausado, pero preciso.