Hasta hoy, Netflix ha cumplido con su promesa de estrenar una nueva cinta cada semana. A lo que hay que sumar películas que, por la pandemia, no llegaron a todas las salas de cine, pero que en su plataforma ahora pueden ser vistas por el público mundial, como Te veo.

La ópera prima como director del británico Adam Randall con la que además debuta como guionista el actor estadounidense Devon Graye. Una combinación que quizás explique el inusual camino que toma el filme, pasando desde el terror al suspenso criminal.

En una apuesta que se inicia en una ciudad costera de Estados Unidos, cuando un niño en bicicleta se interna en el bosque que rodea el lugar. Un recorrido que llega abruptamente a su fin cuando al pequeño lo toma una fuerza invisible que lo eleva en el aire.

Una desaparición que hace que la fuerza policial llegue al lugar y comience a buscar cualquier pista que los ayude a resolver el caso. Así dan con una navaja suiza que le trae malos recuerdos a uno de los agentes a cargo: Spitzky (Gregory Alan Williams).

El mismo que hace unos años atrás investigó un incidente similar, donde también las víctimas eran niños y el criminal dejaba como su carta de presentación el mismo tipo de arma. Un recuerdo que ahora comparte con su compañero Alec Travers (Owen Teague).

Pero desde ese momento el eje de la trama de Te veo pasa desde lo policial a los problemas personales que este último detective tiene en casa. Los que, sin profundizar demasiado, dan a entender que su esposa, Jackie (Helen Hunt), lo engañó con otro hombre.

Entre lo paranormal y lo criminal

Un hecho que los sigue aquejando como familia, en especial a su único hijo, el adolescente Connor (Judah Lewis), quien todavía no puede perdonar a su mamá. Esto lleva a que en su gran casa con vista al mar todavía se respire una tensa atmósfera.

Algo que se agrava luego de que situaciones atribuibles a lo paranormal comienzan a afectar a todos lo que allí habitan. Como que de improviso funcione solo el tocadiscos o se encienda la televisión, y que comiencen a desaparecer las fotografías de sus paredes.

Y como parece que lo malo no viene solo, también retorna a la vida de Jackie su ex amante, quien llega sin avisar a la casa familiar y, mientras se encuentra en su exterior, le cae sobre la cabeza una taza que alguien arrojó desde el segundo piso.

Lo que el espectador no espera es que casi todo lo anterior esté relacionado con una joven pareja, Mindy (Libe Barer) y el extraño Alec (Owen Teague), y la actividad ilegal conocida como phrogging, que es vivir en casas ajenas sin que sus dueños se den cuenta.

Una sucesión de hechos que no dejan respiro al ritmo de la trama y a su escalada desde el horror al thriller, donde todavía permanece como subtrama la desaparición de niños. La cual mantiene la atención del espectador, pero no explora en razones ni en personalidades.

Esto porque Te veo nunca permite saber las motivaciones o los verdaderos sentimientos de sus protagonistas, limitando su accionar a responder solo a las cosas extrañas que los rodean, desperdiciando un buen elenco y algunas interesantes ideas de su relato.

Ver en Netflix