The alienist: el ángel de la oscuridad, un nuevo misterio se esconde en las calles de la Nueva York de fines del siglo XIX
Daniel Brühl, Dakota Fanning y Luke Evans retoman sus papeles protagónicos en el segundo ciclo de la serie de suspenso que llega a Netflix.
La historia de la televisión estadounidense es generosa en series de suspenso, muchas de las cuales han tenido y tienen a Nueva York como escenario de relatos marcados por la acción y el misterio. Un listado al que hace un par de años se sumó The alienist.
Una adición que llevó a la pantalla la novela homónima de Caleb Carr, mostrando las investigaciones llevadas a cabo por un particular trío de neoyorquinos, cuando el siglo XIX comenzaba a despedirse y su ciudad era testigo del accionar de un psicópata.
Un trama ambientada específicamente en 1896, cuando el asesinato de un niño encendió las alarmas de la policía, cuyo comisionado por esos años era Theodore Roosevelt (Brian Geraghty), quien aceptó la ayuda de dos viejos amigos para dar encontrar al asesino.
Ellos eran el Dr. Laszlo Kreizler (Daniel Brühl), reconocido por su trabajo como “alienista” -como se les decía a quienes se especializaban en la naciente psiquiatría- y el ilustrador de The New York Times, y miembro de la alta sociedad local, John Moore (Luke Evans).
Un dúo que pronto se convirtió en trío con la incorporación al trabajo detectivesco de Sara Howard (Dakota Fanning), secretaría de Roosevelt, y por ende la primera mujer en trabajar en la policía neoyorquina, uniendo sus diferentes talentos para hallar al criminal.
Un nuevo y enigmático ciclo
Una intensa búsqueda en la que contaron con la ayuda de los mellizos y criminólogos, Marcus y Lucius Isaacson (Douglas Smith y Matthew Shear), y por la que tuvieron que lidiar con el poder los ricos de Nueva York, policías corruptos y una mente retorcida.
Ahora, dos años más tarde, nos reencontramos con The alienist y sus protagonistas en una segunda temporada del espacio, subtitulada El ángel de la oscuridad, que se inicia en una lluviosa noche, en una de las salas de maternidad del Hospital Lying-In de Manhattan.
Aquí Martha Napp (Hebe Beardsall) descubre que su hijo recién nacido desapareció. Sin embargo, poco después, y para sorpresa del público, a la joven la ejecutan en la prisión de Sing Sing, en la silla eléctrica, tras acusarla del asesinato de su niño.
Una decisión arbitraria -nunca se encontró el cuerpo de la víctima-, contra la cual nada pudo hacer Laszlo en calidad de alienista de la acusada; ni menos John, como reportero del New York Times, o Sara, que ahora encabeza su propia agencia de detectives.
Y es esta última en quien después se centra la narración, al aceptar buscar en secreto a la pequeña hija del cónsul español, cuyo secuestro no debe hacerse público para no aumentar la tensión política entre los gobiernos de España y Estados Unidos.
Más intrigas y renovados conflictos
Una pesquisa a la que Sara suma la ayuda de John y Laszlo, y que estaría conectada con el caso de Martha Napp, el enigmático director del Hospital Lying-In, el Dr. Markoe (Michael McElhatton), y la mano derecha de éste, la matrona Marie (Heather Goldenhersh).
Así, con dos pequeñas víctimas, y varios sospechosos, se da inicio a un total de ocho capítulos que componen la segunda temporada de The alienist, que debuta en el mundo a través de Netflix, tras estrenarse en EE.UU. por TNT, su canal original, hace algunos meses.
Un ciclo en el que Sara adquiere mayor protagonismo, al igual que el corrupto Byrnes (Ted Levine), pero que desaprovecha a nuevos personajes, como la asistente de la detective, Bitsy Sussman (Melanie Field), y a viejos conocidos como los hermanos Isaacson.
Además, se pone un mayor foco en las relaciones personales de sus protagonistas, en especial la conocida atracción entre Sara y John, quien se debate entre sus sentimientos hacia su amiga y el noviazgo con Violet Hayward (Emily Barber).
Una compleja mezcla que en momentos hace perder el rumbo central del relato, pero que no resta atractivo al trío de investigadores; quienes se mueven por una Nueva York oscura y a la vez fascinante, gracias al nivel de producción y recreación de época que posee la serie.
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