Tras un exitoso debut en Netflix, The Letdown, la sitcom australiana escrita por Sarah Scheller y Alison Bell, vuelve con una segunda temporada aún más cargada de realismo cómico, a diferencia de otras series que muestran el lado cursi de la maternidad.
Ser primeriza quizás es uno de los retos más difíciles que deben pasar las mujeres que han decidido ser madres. La búsqueda de la perfección y la constante competencia con otras mamás son pan de cada día, pero cuando sólo duermes un par de horas en la noche, todo eso ya no importa.
En los primeros siete capítulos de esta comedia, vimos el lado b de la maternidad: la escasa o nula vida sexual, problemas de incontinencia urinaria, revolución de hormonas, cambios de rutina, pérdida de amigos y la odiosa sobrecarga de consejos de cómo ser madre.
Si bien fue un primer año lleno de crisis, Audrey (Alison Bell) sobrevivió junto a su recién nacida. Con la ayuda de un escuadrón de mamás que se convirtieron en sus amigas, la protagonista tomó el ritmo de cómo ser una madre todo terreno. Ahora, con otra actitud, nuevos desafíos se le presentarán a esta relacionadora pública.
Con una Audrey más empoderada en esta segunda temporada, conoceremos el desenlace de esta nueva etapa en que su marido Jeremy (Duncan Fellows) trabajará en otra ciudad. Para asegurar el bienestar de su pequeña, su rol de proveedor será un dilema al enfrentar las prioridades.
Y como la vida de casados pasó a un segundo plano con la llegada del bebé, ¿tendrá consecuencias en el matrimonio ese distanciamiento?
Con más ganas de retomar las actividades que dejó de lado en esta etapa, la protagonista deberá enfrentar los problemas y prejuicios de un mundo laboral que no está preparado para las mujeres en esta situación.
Netflix tiene varios contenidos con esta misma temática, pero la realidad de los relatos y las situaciones cotidianas que están presentes en The Letdown han cosechado miles de fanáticas alrededor del mundo; se sienten identificadas.
Un buen retorno para ver y sonreír.