The Witcher: el origen de la sangre, aventuras y fantasía que ofrecen una mirada al pasado del Continente
Lauren Schmidt-Hissrich y Declan de Barra son los creadores del espacio que ofrece un relato sobre los orígenes de la Conjunción de las Esferas y hechiceros como Geralt de Rivia.
Aunque faltan algunos meses para conocer las nuevas aventuras de Geralt de Rivia, Netflix comenzó a preparar el ambiente del estreno del tercer ciclo de su espacio con The Witcher: el origen de la sangre.
La precuela creada por Lauren Schmidt-Hissrich -ideóloga de la serie protagonizada por Henry Cavill- junto a Declan de Barra, teniendo nuevamente como inspiración los libros de Andrzej Sapkowski.
En la cual se ofrece una mirada al Continente de cientos de años antes, cuando era una tierra dominada por los elfos y comenzaron a desarrollarse los hechos que provocaron la Conjunción de las Esferas.
Un pasaje clave en la historia de este mundo de fantasía, que llevaría al escenario en que 1.200 años después se mueven Geralt, Yennefer y Ciri, donde también existen humanos y monstruos.
La misma narración que se inicia centrada en un viejo conocido de la producción original, el trovador Jaskier (Joey Batey), quien en el primero de los cuatro capítulos está a punto de morir.
La muerte de los monarcas del Continente
Cuando está en medio de una batalla y a punto de ser atravesado por el filo de un arma enemiga, siendo rescatado por la elfa Seanchai (Minnie Driver) para que escuche y atesore un relato clave.
El que se desarrolló hace más de mil años, cuando el monarca de Xin’Trea decidió terminar la guerra llegando a un tratado con el reino de Pryshia que incluye entregar en matrimonio a su hermana.
Pero esta última, llamada Merwyn (Mirren Mack), tenía otros planes y se alió con el jefe de los soldados y con el sabio mago Baldor (Lenny Henry) para terminar con los monarcas e instaurar un imperio.
Sin embargo, este último consejero busca ir más allá y con la ayuda de una oscura figura, que conoció en la desolada tierra a la que viajó gracias a un monolito, busca afianzarse en el poder élfico.
Para lo que usó uno de los monstruos de ese otro mundo y eliminó a los reyes del Continente como a sus súbditos y clanes que los protegían. Aunque no todos sus integrantes fueron destruidos.
Los siete elegidos para detener a Baldor
Ya que lejos de allí, el destino empezó a agrupar a quienes tratarán de detener a la emperatriz Merwyn y a Baldor, siendo los primeros en unir fuerzas Fjall (Laurence O’Fuarain) y Éile (Sophia Brown).
La hija de la líder del Clan de los Cuervos, también conocida como la trovadora Alondra, y el exiliado hijo de la cabeza del Clan de los Perros a los que pronto se unirá la experta en armas Scian (Michelle Yeoh).
Un trío al que más tarde se sumarán el mercenario Callan (Huw Novelli), la diminuta Meldof (Francesca Mills) y los magos Syndril (Zach Wyatt) -creador del monolito-portal- y Zacaré (Lizzie Annis).
Un equipo que con el paso de los días enfrentará peligros y combates cuerpo a cuerpo para llegar a Xin’Trea, en medio de una trama con menos monstruos, humor y conflictos que los de The Witcher.
Donde hay muchos personajes no tan desarrollados -en especial los villanos- y nudos dramáticos poco explorados, que hacen de la precuela una opción solo para fanáticos de la fantasía y la saga de Sapkowski.
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