El western siempre será relacionado con el cine, pero en los últimos años la TV, el cable y el streaming han reavivado el género con series que reinterpretan su mundo de vaqueros y conflictos. Como en el caso de Tierras de nadie.

La creación de Brian Watkins para Amazon Prime Video que, al igual que otras producciones como Westworld y Yellowstone, han revisitado de forma singular y exitosa este apartado que tiene como escenario el Oeste norteamericano.

Lo que ubica a este tipo de títulos como neo-westerns, ya que se ambientan en el presente, pero manteniendo casi intactos a sus héroes, antihéroes y villanos, los conflictos por las propiedades y la presencia de nativos americanos.

Algo que en el caso de Tierras de nadie, o Outer range en su título original en inglés, se combina de la mejor forma con el suspenso y la ciencia ficción a través de sus oscuros, pero atrapantes ocho capítulos.

A lo largo de los cuales se desarrolla la historia de los Abbot, una familia de ganaderos del Condado de Amelia, en Wyoming, que trabajan de sol y a sombra para mantener su rancho, mientras lidian con dramas cotidianos.

Aunque la desaparición de la esposa del hijo mayor de la familia, Perry (Tom Pelphrey), no tenga mucho de común. Sin embargo, los conflictos están lejos de desaparecer y se duplican con el paso de los días.

Una sucesión de conflictos

Así, la pérdida de dos de sus vacas es el inicio de una sucesión de conflictos, ya que poco después sus vecinos, los Tillerson -grupo encabezado por el enfermo Wayne (Will Patton)- les comunican que deben entregarles parte de sus tierras.

Esto debido a un cambio establecido por el estado en la disposición de los límites entre sus haciendas, que claramente es más que sospechoso para el patriarca de los Abbot, Royal (Josh Brolin), quien intuye que detrás de esto hay algo más.

Algo relacionado con el extraño agujero que apareció en medio de sus prados, que no solo despierta la ambición de Wayne, sino que también llama la atención de Autumn (Imogen Poots), una joven que acampa en tierras de los Abbot.

Diferentes hechos que afectan al resto de esta familia y a sus vecinos, en especial después de que tras una violenta pelea Perry mata a Trevor Tillerson (Matt Lauria), y su padre y hermano lo ayudan a encubrir el asesinato.

Pero su desaparición, aún no ligada a los Abbot, lleva a la sheriff del lugar, Joy Hawk (Tamara Podemski), a comenzar una investigación donde será clave su instinto y ella enfrentará situaciones más allá de lo normal.

Un cara a cara con lo insólito que es el eje de Tierras de nadie, una de las series más interesantes del último tiempo, donde el neo-western se combina de la mejor forma con la ficción, el suspenso y las actuaciones de su destacado elenco.

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