Una vez más la realidad se convierte en el motor de una serie, en esta ocasión de Transatlántico, el espacio británico de Netflix que reimagina la verdadera aventura enfrentada por Varian Fry.
Un drama de época que a lo largo de sus siete episodios, concebidos para el streaming por Anna Winger y Daniel Hendler, combina la fantasía con las vivencias del periodista neoyorquino.
Las cuales ya inspiraron la novela en que se basa esta producción: The flight portfolio, el libro de la escritora estadounidense Julie Orringer, que ficcionaliza la vida y obra del arriesgado Fry.
Un profesional que la década del 40 encabezó una red de rescate situada en Francia, que permitió huir de la Alemania nazi a cientos de personas, entre ellos varios y reconocidos artistas.
Los que también son parte esencial del relato de Transatlántico, que se inicia con imágenes en blanco y negro de Marsella, y una voz en off que clarifica la situación que se vive en ese momento.
El grupo liderado por Fry y Gold
Cuando la ciudad se convirtió en el destino de decenas de refugiados europeos, luego de que los nazis tomaron el control del Canal de la Mancha, la costa atlántica y el norte de Francia.
Lo que hizo además de su puerto la vía para viajar a EE.UU., teniendo como uno de sus principales apoyos a Fry (Cory Michael Smith), como representante del Comité de Rescate de Emergencia.
La oficina estadounidense que trata de obtener visas para artistas, políticos y académicos perseguidos por el Reich, que en Marsella cuenta con la ayuda de Mary Jayne Gold (Gillian Jacobs).
La heredera oriunda de Chicago que ha usado todo su dinero en la causa y al inicio del relato debe volver a su hogar, si no quiere que su padre deje de depositarle en su cuenta bancaria.
Pero ese es un problema menor ante todo lo que está por venir, donde también se verán involucrados los valientes Albert (Lucas Englander), Thomas (Amit Rahav) y Paul (Ralph Amoussou).
Una misión muy peligrosa
Además de muchos de los intelectuales que fueron refugiados por el grupo liderado por Fry en la Villa Air-Bel, como André Breton (Louis-Do de Lencquesaing) y Max Ernst (Alexander Fehling).
Un esfuerzo que tiene como antagonistas al cónsul estadounidense en la ciudad, Graham Patterson (Corey Stoll), y al jefe de la policía local, el comisario Philippe Frot (Grégory Montel).
Sin embargo, pronto se hacen presentes los reales villanos de la historia: oficiales nazis que llegan a Marsella para preparar el camino para el futuro y sus oscuros planes para ese lugar.
Al mismo tiempo que los héroes de la historia deben tratar de sacar a más refugiados teniendo casi todo en contra, mientras lidian con algunos problemas personales y románticos.
En la suma de drama, suspenso y realidad, junto a una destacada puesta en escena y el ritmo trepidante de su trama, que hace de Transatlántico una serie tan atractiva como singular.