Por D. Torres y P. S.
De Jimmy McGill a Saúl Goodman
Si hoy se queda en casa, aproveche de ver la tercera temporada de Better Call Saul, la precuela de la exitosa serie Breaking Bad que se estrenó el 2015. La serie se sitúa en el año 2002, y muestra la transformación que vive el abogado Jimmy McGill (interpretado por el actor Bob Odenkirk) hasta convertirse en el excéntrico defensor de ladrones y narcotraficantes.
Netflix la emite desde el martes pasado una vez a la semana. ¿Por qué verla? Porque en esta nueva temporada la ficción se vuelve mucho más oscura e irónica, al punto, que el abogado se hace llamar, por primera vez, Saul Goodman (como se conoció en Breaking Bad). Además, aparecerá el siniestro Gus Fring, dueño de la cadena de restaurantes Los Pollos Hermanos, que conectará la trama, aún más, con la ficción que la precede.
¿Otra razón para verla? Ha sido merecedora de numerosos premios, entre ellos, el American Film Institute (AFI) que la catalogó dentro de las Top 10 de las Mejores Programas de TV del 2015 y 2106.
Una súper
¿Recuerda al Caballero de las Flores de Game of Thrones? Seguro que le encontrará un parecido con Danny Rand, el personaje interpretado por Finn Jones que protagoniza Iron Fist. Dele una oportunidad a esta serie de Marvel que combina artes marciales, romance y altas dosis de acción.
La historia se centra en Danny, el heredero de la multimillonaria compañía Rand, que vuelve a Nueva York 15 años después de haber sido sufrido un accidente de avión en que se le creyó muerto. En su regreso a la ciudad tiene una sola misión: luchar contra “La Mano”, una organización criminal que distribuye drogas por todo el mundo, para descubrir lo que ocurrió en su pasado. Para eso utilizará el “Puño de Hierro”, un súper poder que heredó luego de entrenar kung fu en la ciudad extradimensional de K’un-Lun.
Ponga ojo en los personajes que rodean a este superhéroe, como la maestra de lucha Colleen Wing (Jessica Henwick) y su padrino Harold Meechum (David Wenham, que interpreta a Faramir en El Señor de los Anillos), porque en esta serie pocas cosas son lo que parecen.
Casi romántica
A los 30 años y después de tener fracasos rotundos en relaciones pasadas, encontrar el amor no es una tarea fácil. Al menos eso es lo que le sucede a Gus (Paul Rust) y a Mickey (Gillian Jacobs), los protagonistas de Love, una comedia romántica original de Netflix. Son dos personas incompatibles —él es un nerd bastante torpe al relacionarse con otros, y ella una adicta a las relaciones y las drogas— que intentan estar juntos, pero que siempre que tienen un conflicto terminan culpando al otro.
A ratos las situaciones que vive esta pareja son tan realistas como incómodas, lo que, por pura vergüenza propia, seguro hacen que se sienta identificado. Véala porque sus dos temporadas se le pasarán volando.