Luego de la cinta Proyecto Power y la serie ¡Papá, deja de avergonzarme!, Jamie Foxx retorna a Netflix con Turno de día, la película con que el actor enfrenta por primera vez lo sobrenatural.
Esto porque el largometraje dirigido por J. J. Perry tiene como figura antagónica al vampiro, aunque no en la clásica versión marcada por el terror, sino que como el adversario de una comedia de acción.
En la que el debutante en la realización Perry pone en marcha todo lo aprendido con sus años como doble y más tarde encargado de segunda unidad de títulos como John Wick 2 y Rápidos y Furiosos 9.
Por lo que no es extraño que la nueva cinta tenga como la espina dorsal, de sus casi dos horas de metraje, escenas plenas de violencia y coreografiados enfrentamientos entre humanos y vampiros.
Donde la figura central es Bud Jablonski (Foxx) un limpiador de piscinas del Valle de San Fernando, en Los Angeles, que realmente trabaja rastreando y eliminando “chupasangres”.
Como lo ejemplifica la primera escena, donde Bud simula limpiar la piscina de una casa en un tranquilo barrio, para luego ingresar a ella y eliminar vía decapitación a sus sobrenaturales habitantes.
Un nuevo compañero de trabajo
Un inusual trabajo que él realiza lejos del sindicato de cazadores de vampiros, tras ser expulsado de este, y que no le sirve para cubrir gastos como el colegio y la ortodoncia de su hija Paige (Zion Broadnax).
Pero la presión por más dinero empeora luego de que su ex esposa Jocelyn (Meagan Good) le comunica que en pos de un mejor futuro económico ha decidido mudarse con Paige a Florida.
Ante lo que Bud recurre a su colega y amigo Big John Elliott (Snoop Dogg) para reingresar al sindicato, lo que logra pero estando a prueba por siete días y siendo acompañado por un colega.
El que resulta ser el inexperto administrativo Seth (Dave Franco), quien en un comienzo no se lleva muy bien con el cazador, pero de a poco se va ganando su confianza al aceptar estar de su lado.
Pero las cosas no serán fáciles para ellos ni la familia del protagonista cuando la poderosa vampira Audrey (Karla Souza) busque eliminarlo. En el corazón de un relato marcado por la acción y la violencia.
A las que se mezcla la comedia, además de la química entre Foxx y Franco -sin olvidar la imponente presencia de Dogg-, para hacer de Turno de día una entretenida alternativa para ver el fin de semana.