A inicios de los 70, antes de Star Wars o su colaboración con Steven Spielberg para dar vida a Indiana Jones, George Lucas concibió otro mundo de aventura y fantasía que sería conocido como Willow.

El que había nacido de su mente en 1971, con el nombre de Munchkins, pero no llegaría a la pantalla hasta 1988, cuando ya existían a su juicio los efectos especiales para dar vida a su entorno y personajes.

Lo que Lucas concretó en el papel de productor ejecutivo. cediendo el sillón de director a Ron Howard, aunque manteniendo el control creativo y la elección de los actores, como el inglés Warwick Davis.

Al que conoció encarnando al ewok Wicket en El retorno del jedi y seleccionó para el rol principal de la cinta: Willow Ufgood, el granjero del pueblo Nelwyn convertido en hechicero que debe salvar su tierra.

El cual varias décadas después retorna en la serie original de Disney+, titulada simplemente Willow, que retoma la trama cuando un nuevo peligro llega para poner en riesgo al pequeño brujo y su entorno.

Un nuevo peligro inquieta a Sorsha

En un espacio de ocho capítulos, concebido por Jonathan Kasdan y producido por Lucasfilms, que le saca gran partido a la tecnología actual para dar vida a sus fantásticos seres y paisajes.

Los que son parte esencial de un espacio que se mueve entre el color y la fantasía hacia el peligro y la oscuridad, teniendo como partida un prólogo que resume lo conocido en la película de 1988.

Cuando en una época de terror nació Elora Danan, una niña destinada a salvar al mundo que debió ser rescatada de la reina Bavmorda por Willow, la princesa Sorsha y el aventurero Madmartigan.

Como lo relata Sorsha (Joanne Whalley), quien ahora como reina de Tir Asleen está enfocada en el matrimonio de su hija Kit (Ruby Cruz). Pero algo la inquieta: voces que la alertan de un nuevo riesgo.

El que se hace presente en la forma de los aterradores seres conocidos como Las Galeras, que llegan al reino y raptan al hijo de Sorsha, el príncipe Airk (Dempsey Bryk), para llevarlo ante la Bruja Marchita.

Reaparecen Willow y la mítica Elora Danan

Lo que obliga a que se forme un grupo de rescate integrado por Kit, su amiga la guerrera Jade (Erin Kellyman), el ladrón Boorman (Amar Chadha-Patel), y el príncipe de Galladoorn, Graydon (Tony Revolori).

Además de la cocinera bautizada Dove (Ellie Bamber), que se suma porque quiere rescatar a su amado Airk, y el ya veterano hechicero que ha presagiado el mal por venir: Willow (el mismo Davis).

En el inicio de un riesgoso recorrido hacia la Ciudad Inmemorial que incluye un pasaje clave en el primer capítulo, donde se revela que la mítica Elora Danan, ahora adulta, está viva y forma parte del viaje.

La cual junto a Willow se transformarán en las figuras claves de la trama, en una relación maestro-alumna, que también le da su momento de protagonismo al resto de los personajes y sus dilemas.

Lo que ocurre a lo largo de una narración que apuesta por la fantasía, el peligro y el humor, que ya fueron parte de la cinta original y acá retoman fuerza gracias al elenco y, claro, los efectos especiales de hoy.

Aunque por momentos la trama pierde ritmo, al expandir los momentos dramáticos y más lúgubres que este tipo de narración épica necesita, restándole encanto a un relato que se inicia con mucha fuerza.

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