Seis amigas bien diferentes, pero muy compinches, deciden salir de viaje al Valle de Napa, el paraíso del vino en EE.UU., para celebrar el cumpleaños número 50 de una de ellas. Ese es el hilo conductor de Wine Country (traducida como Entre Vino y Vinagre), la película de Netflix cuyo mayor mérito es poner a las cincuentonas en el centro, con sus problemas y sensibilidades.
Es el debut como directora de Amy Poehler, estrella de Saturday Night Live (SNL) que da un nuevo paso en su carrera y le regala al público de Netflix una excusa para descorchar y brindar. Es también una de las protagonistas, la amiga controladora que organiza todo, así como debe haber sucedido con su idea de hacer esta cinta.
El filme es una especie de homenaje a las mujeres maduras, las que ya están divorciadas, las que a esa edad se vuelven trabajólicas o las que toman remedios para infinidad de males crónicos.
Las amigas que protagonizan la cinta lo son en la pantalla y fuera de ella, todas hijas de SNL. Partners que comparten secretos e inseguridades que no se mezclan bien con el alcohol, pócima que a veces saca verdades incómodas a la luz.
Hay química entre las protagonistas y se nota que lo pasaron bien rodando el filme, pero el guión es demasiado insulso, sin clímax, plano, bajo en emociones y escaso en sonrisas.
Buena música, con canciones de Prince y Olivia Newton John, entre otros, y una divertida aparición de Tina Fey, otra amiga de SNL, pero no mucho más que eso.