Si el protagonista de una serie o película es Iko Uwais, esto quiere decir que tendremos mucha acción. Este reconocido actor indonesio domina a la perfección las artes marciales y en Wu Assassins no se escatiman escenas donde él luce sus dotes de lucha. Sí, de esas que te quitan el aliento.
Ambientada en el Chinatown de San Francisco, California, esta nueva serie de Netflix cuenta la historia de cómo Kai Jin (IkoUwais) se transformará en un héroe asesino.
Tras meterse en problemas y ser incesantemente perseguido por la tríada china, a este joven chef se le entrega el honor de ser el último guerrero Wu y así resguardar el “Wu Xing”, un ancestral poder que es codiciado por cinco peligrosos delincuentes.
Con la misión de restaurar el equilibrio, Kain Jin entrará en conflicto con la moralidad de esta nueva vocación.
Optando siempre por alejarse de las turbiedades de su padre (Byron Mann), jefe de una mafia criminal, su designación como último guerrero Wu no será casualidad en el momento que conozca quién es su verdadero objetivo. ¿Todo vuelve al origen?
La vieja escuela nunca se equivoca
Creada por el legendario John Wirth, guionista de series como Terminator, V y Falling Skies, cada uno de sus 10 capítulos -de aproximadamente 45 minutos- cumple a cabalidad con el género.
Y no era de menos esperar si la producción y dirección contó con inminencias como Chad Oakes, responsable de The Fargo y la serie Hell on Wheels, y Stephen Fung, histórico realizador de películas de lucha en Hong Kong.
Si bien es una serie que logra cautivar la atención debido a toda la acción que nos entrega el protagonista, el factor sobrenatural -y por sobretodo sus efectos audiovisuales- no logran un clímax que atrape en esta veta de la historia.
Un solo “pero” dentro de lo cautivante que es la trama.
Obviando ese detalle, el look and feel logrado en Wu Assassins evoca las producciones de artes marciales de antaño, las de la vieja escuela.
Especial mención para Iko Uwais, quien también es productor de la serie y coreógrafo de todas esas escenas de lucha que tanto nos encantan.