Un Black Mirror aún más aterrador
Hay puntos en común entre ambas series, porque las dos plantean un futuro cercano lleno de situaciones aterradoras.
Pero Years and Years es, en cierto modo, menos futurista que Black Mirror, porque está más centrada en los humanos que en la tecnología y, por lo tanto, es todavía más alarmante.
En esta ficción creada por Russell T. Davies (Queer as Folk, Doctor Who) no hay autos voladores, pero sí niños tan automatizados que no saben enchufar un televisor; creen que funcionan por arte de magia. También, hay gente que se declara “transhumana”; es decir, que quiere abandonar sus cuerpos y conservar lo que hay en sus mentes en “la nube”.
Otros no se despegan de una máscara que funciona igual que los filtros de aplicaciones como Snapchat para ocultar sus sentimientos, mientras campean los terraplanistas, los que niegan la existencia de los microbios y los que se tragan las fake news.
Distopía realista
En términos más macro, esta mini serie británica presenta un estado de cosas indeseable y catastrófico, pero que ya atisbamos. En Years and Years las mariposas ya no existen por el cambio climático, Angela Merkel ha fallecido, Europa pesa menos que una pluma, Donald Trump sigue al mando y hace de las suyas, China es la gran potencia adversaria a EE.UU. y los países viven crisis de refugiados incontrolables.
Inglaterra (el país donde se instala la trama) está a punto de ser regido por una símil de Trump, Vivienne Rock, mujer astuta y deslenguada que cautiva a los incautos con su discurso populista, bélico y nacionalista.
Todo esto suena tan conocido que la serie lo único que hace es ponerlo frente a los ojos del público y alertar que, de no mediar un cambio, será cada vez más real.
Historias familiares
La serie también es un drama familiar, el de los Lyons, que tienen historias delicadas y emocionantes, y personajes que convocan, como la abuela nonagenaria, sabia y deslenguada, el “pegamento” de la familia que no teme decirle unas cuantas verdades a los suyos y que, por lo tanto, se transforma en un desagrado para varios.
Hay amor y desamor, crianzas equívocas, discusiones y alejamientos, en un torbellino de emociones que atraen de igual manera que los líos políticos y sociales que Years and Years presenta. Ah, y hay mucho humor negro, que en eso los ingleses son especialistas.
Las actuaciones
Soberbia está Emma Thompson en el rol de Vivienne Rock, la Trump británica. El cinismo y la pedantería le salen por los poros, adoptando una personalidad tan cautivadora como desagradable, en uno de los mejores papeles que se le han visto en televisión a la ganadora de dos premios Oscar.
Y no es la única que descolla. También lo hace Rory Kinnear (sí, el mismo del primer capítulo de Black Mirror, The National Anthem) en el rol de uno de los Lyons, un hombre bonachón que trata de sacar adelante a su familia, pero que toma decisiones erradas.
Anne Ried, en el rol de la matriarca, destaca por la dulzura y fiereza que, a la vez, le entrega a su personaje, una abuelita que no tiene nada de mansa.
Buena llegada
Los usuarios de IMDB hasta ahora le han dado un 8.4 a la mini serie, una excelente nota considerando que no se trata de un contenido “gringo” y que, por lo tanto, no es tan visto ni aceptado por el público mayoritario que vota en esa web.
Veremos qué tal le parece Years and Years al público latinoamericano y chileno.