Aunque su currículo incluye muchos títulos y papeles, Hugh Bonneville siempre será recordado por su Robert Crawley de Downton Abbey. Un rol que difiere totalmente de su personaje en Yo estuve aquí.
El nuevo thriller original de Netflix donde el actor británico se pone bajo la dirección de Babak Anvari (Under the shadow) para encarnar al personaje antagónico del relato: el oscuro Sir Hector Blake.
Quien con su Lord Grantham de la famosa serie comparte sólo lo nobiliario, ya que detenta una siniestra personalidad, junto a un oscuro secreto, que marcarán un antes y un después en la vida de Toby.
El joven encarnado por George MacKay (1917) que se dedica al grafiti con la ayuda de su mejor amigo y colega Jay (Percelle Ascott), haciendo blanco de su arte las casas de los adinerados.
Donde siempre dibuja el “yo estuve aquí” del título, convirtiéndose en noticia de primera plana en los medios, quienes lo han bautizado como el “vándalo del grafiti”, y movilizando a la policía de Londres.
Una actividad que realiza como manifiesto social y que deberá continuar en solitario, luego de que Jay decide abandonarla para centrarse en su trabajo y su nuevo rol como padre junto a Naz (Varada Sethu).
El sospechoso Sir Hector Blake
Lo que Toby concreta unos meses más tarde, cuando ingresa a la mansión del retirado juez Hector Blake (Bonneville), donde en el subterráneo descubre un misterioso cuarto que esconde a alguien.
Un hecho que lo inquieta y más tarde hace que llame de manera anónima a la policía para denunciarlo, pero cuando sus agentes revisan la casa de Sir Hector no encuentran nada sospechoso.
Ante lo que el veinteañero decide volver donde Blake, hallando en el cuarto a un hombre muy maltratado al que trata de ayudar, pero es descubierto por el maníaco ex juez, quien lo ataca violentamente.
Los días pasan y Toby no vuelve a su hogar, por lo que su madre Liz (Kelly Macdonald) pone una denuncia y la policía comienza a indagar. Al mismo tiempo que Jay sospecha que todo se relaciona con Blake.
Por lo que soslayadamente guía a la madre de Toby y la detective a Lloyd (Franc Ashman) hacía el juez, pero este tiene demasiados contactos en las altas esferas y continúa su psicopático accionar.
El que cambiará las vidas de los protagonistas de una cinta marcada por el suspenso y la demencia, donde se destaca ampliamente la presencia del inquietante personaje de Bonneville.