1. La nueva Natalia
Sí, las comparaciones son odiosas, pero se puede anticipar que Jani Dueñas en Viña 2019 va a suscitar el mismo interés que en su momento causó Natalia Valdebenito.
Ambas han encontrado un camino propio, con rutinas muy personales que hablan de lo que les interesa. Y las dos aterrizaron en Netflix con sus respectivos especiales, los que han tenido singular éxito.
Ellas son referentes del stand up comedy nacional, las dos más importantes, al menos a nivel internacional.
2. Top de tops
Ligado a lo anterior, hay que decir que el trabajo de Jani Dueñas no sólo es reconocido en Chile, sino que ha llamado la atención del público y la crítica de otros países.
Es así como la prestigiosa revista Time eligió su especial de Netflix como una de las rutinas más importantes e imperdibles a nivel mundial.
Un show redondo, bien producido, pero por sobre todo interpretado con gracia, talento y aplomo en altas dosis por la chilena. En este link, más información sobre este especial de Netflix.
3. Carisma y talento
Ha brillado en el stand up comedy, pero su carisma también lo ha llevado a programas de TV tan conocidos como 31 Minutos y La Divina Comida.
En éste último es la voz en off que condimenta con graciosos comentarios cada escena del programa, con esa voz entre dulce y grave que cautiva y que es tan reconocible.
Qué decir de Patana, el personaje de 31 Minutos al que le presta su voz y sensibilidad transformando a esa aprendiz de periodista en uno de los símbolos de esa producción infantil.
4. La única
Este año, Jani Dueñas será la única mujer que llegue a hacer humor a la Quinta Vergara. Aunque a estas alturas del siglo XXI no debería haber tan poca representación femenina, tal vez eso haga que su trabajo resalte.
Su show, además, será el de una mujer adulta (43) que tocará temas de persona ya resuelta, sin olvidar la contingencia y el feminismo, otro de sus baluartes.
En resumen, la noche del 26 de febrero seguramente coronará su carrera a nivel masivo, un camino brillante y ascendente que Jani viene recorriendo a paso lento, pero seguro, desde hace más de una década.