Por Marcelo Morales C.
El dramaturgo sueco Lars Norén es considerado uno de los autores contemporáneos más importantes. Obras como La noche es la madre del día y Caos es vecino de Dios avalan ese prestigio. Esta noche puede comprobar su agudeza y oscura visión de los tiempos actuales con Demonios, la obra dirigida por Marcos Guzmán y que desde la semana pasada se está presentando en el Teatro La Memoria. Reserve una entrada para ver hoy este montaje, que habla crudamente sobre el fracaso de una pareja y que recuerda, en algunos momentos, al clásico Quién teme a Virginia Woolf, de Edward Albee.
Entrante: Un acogedor lugar para tomar té es La Divina (Bellavista 0370), donde puede pedir una tetera con té de hoja, de variedades como rojo, verde y blanco. Acompañe con el muffin de chocolate ($ 1.890), que al partirlo revela un irresistible chocolate derretido en su centro.
Plato de fondo: Una casa destartalada, con la ropa sucia y colillas de cigarro tiradas por cualquier parte. Un hombre (Néstor Cantillana) entra a ella y en su mano lleva las cenizas de su madre recién muerta y se reprime para no enfrentar a su esposa (Francisca Márquez), que algo borracha se pasea.
Luego se suman sus vecinos del piso de abajo, un matrimonio interpretado por María Gracia Omegna y Guilherme Sepúlveda. Desde ahí aflora todo lo malo de estos personajes reprimidos y hastiados de sus vidas diarias. Una obra intensa, con un humor denso y negro patetismo.
Postre: Luego de la función, pase por una de las mejores hamburguesas del barrio, la de Uncle Fletch (Dardignac 0192). La The blue cheese supreme ($ 7.200), con 175 g de carne, cebolla acaramelada, queso azul y espinaca, es para volver a probar una y otra vez.