Por Marcelo Morales C.

El dramaturgo sueco August Strindberg es considerado uno de los principales renovadores del teatro contemporáneo, por piezas como El padre y La señorita Julia. Una de las últimas que escribió, a comienzos del siglo XX, es El pelícano, un clásico ineludible que se está montando desde agosto en la Sala Tennyson Ferrada del Centro Cultural Estación Mapocho.

Es una adaptación de la Compañía Teatro del Terror, que ha recibido muy buenas reseñas y que puede ver sólo hasta mañana, porque se cierra su temporada. Bajo la dirección de Javier Ibarra, la protagonizan Francisca Gavilán, Nicolás Pavez, Soledad Cruz y José Ignacio de Vries.

Entrante: En el mismo centro cultural, aproveche de ver gratis la exposición No Way Out, de María del Rosario Montero. Son 46 fotos que capturan calles y rasgos de la ciudad de Londres, inspirados en las fuertes protestas que ocurrieron en 2011. Símbolos como ventanas clausuradas o viejas construcciones dan cuenta del tenso ambiente.

Plato de fondo: En El pelícano, todo ocurre tras la muerte del padre de la familia. La madre, ahora viuda, da rienda suelta a su enervante egoísmo. llegando al extremo de involucrarse con su yerno, Axel, quien se ha casado por interés con la ingenua hija, Greta, con la idea de quedarse con la herencia del difunto padre. Un relato duro y magistral de Strindberg, donde será testigo de una puesta en escena con luces que acentúan los claroscuros de la trama.

Postre: Por el Parque Forestal hacia el oriente llegará al Bierstube (Merced 142), un pequeño y típico bar alemán. Pida un clásico schop ($ 2.500 el de medio litro) y acompáñelo de una gorda completa ($ 3.500), en pan frica casera, con chucrut, salsa americana, tomate y mayonesa.