Por Andrea Pérez M.

El italiano Giacomo Puccini sabe de melodramas. Su ópera Madama Butterfly lleva más de 100 años representándose en todo el mundo, y hoy puede ver la versión del argentino Hugo de Ana en el Teatro Municipal. Narra la sufrida espera de Cio-Cio San, una geisha japonesa que sólo vive para ver de vuelta a su marido, el marino estadounidense J. F. Pinkerton. Tres años después de su única noche juntos como marido y mujer, él vuelve y desata una tragedia en sincronía perfecta con las melodías y los ritmos de la música.

Entrante: Parta probando el pan de chocolate del Café Cocteau (Miraflores 622), hecho por el panadero francés Bernard Leroy ($ 800), y acompáñelo con un cortado ($ 1.600). Un dúo que nunca falla.

Plato de fondo: Ambientada en el Japón de principios del siglo XIX, la historia de Cio-Cio San es la de una quinceañera que deja todo por casarse con B. F. Pinkerton, un estadounidense que sólo está de paso por Nagasaki. Enamorada, se convierte al cristianismo y vive de la idea de formar una familia feliz: ella, Pinkerton y el hijo concebido en su noche de bodas.

Los personajes femeninos de Puccini sufren con una crudeza única, mezclando sentimientos ideales para este drama: desilusión, celos, entrega y abandono. Todo bajo la dirección musical del ruso Konstantin Chudovsky y la voz de la lírico-soprano Keri Alkema, alabada por su Desdémona de la ópera Otello.

Postre: A cuatro cuadras del teatro, en Pasaje Huérfanos 640 (local B), está el restaurante Albedrío. Entre sus hamburguesas destaca la Picante, en pan brioche: lleva champiñones salteados, mozzarella, jalapeños, cebolla morada, papas hilo y mayonesa al olivo ($ 6.190). Como entrada hay una crema de verduras, cortesía de la casa.

Horarios: Vi., 7 PM, sá., 2 PM (para no coincidir con la Copa América)