Por: Evelyn Briceño Fecha:1 Oct 2018

El Pollo Fuentes se transforma en Dios

La Llamada, que se estrena el jueves en el Nescafé de las Artes, es el debut en teatro del Pollo Fuentes, quien hace aquí de Dios.

La Llamada, que se estrena el jueves en el Nescafé de las Artes, es el debut en teatro del Pollo Fuentes, quien hace aquí de Dios.

Es la primera vez que José Alfredo Pollo Fuentes actúa en teatro y su elección no es gratuita: este jueves 4 debuta en La Llamada, ni más ni menos que el musical español más exitoso de la historia, con cinco temporadas sólo en Madrid y más de 300.000 espectadores.

Tendrá ocho funciones en el Teatro Nescafé de las Artes y ahí el cantante interpreta a Dios. En el elenco, además, están Amaya Forch, Francisca Walker, Geraldine Neary y Susana Hidalgo. Dirige el conocido comediante Pato Pimienta.

El musical, escrito por Javier Ambrossi y Javier Calvo —los mismos cerebros detrás de la exitosa serie Paquita Salas—, llega a Chile en una producción de The Cow Company, que ya ha estado a cargo de hits teatrales como Sunset Limited y Pulmones.

Todo pasa en un campamento de verano, donde Susana (Neary) y María (Walker) —de 17 años— pasan el fin de semana castigadas por haberse escapado una noche.

Sus celadoras son dos monjas: la hermana Milagros (Hidalgo), joven, con dudas y fan de Ariztía, y Bernarda (Forch), quien pone orden a punta de canciones religiosas.

La historia da un vuelco cuando María cuenta que se le aparece Dios, pero uno bien particular, en forma de crooner tipo Frank Sinatra que canta temas de Whitney Houston. Divertido rol que interpreta José Alfredo Fuentes.

Cuatro músicos en vivo son los encargados de ejecutar las canciones del montaje, entre las que están composiciones popularizadas por Houston y otras originales de Alberto Jiménez.

La Llamada irrumpió en la cartelera madrileña en 2013. De ser representada en el hall del Teatro Lara de Madrid pasó a la sala grande, agotando las localidades.

Luego vino una gira por más de 30 ciudades (incluyendo Moscú) y cinco temporadas en Madrid, con más de 300.000 espectadores. En 2015 aterrizó en México y el año pasado la obra se convirtió en una película.