Por Evelyn Briceño
Estará en cartelera, en el Teatro UC, hasta el 18 de noviembre, pero conviene ir a ver Flores de Papel este fin de semana, antes de que se formen esas típicas filas con los rezagados de siempre.
Hay varias razones para asistir a una de sus funciones, pero con una advertencia: No es uno de esos montajes fáciles de digerir, que sacan risas fáciles o que relajan al público. Esta es una obra despojada de efectos anexos en que los diálogos son lo central. Por lo tanto, apela a la permanente concentración de la audiencia y también a su resistencia: Dura dos horas sin intermedio.
Más allá de eso, es un imperdible. En primer lugar, porque es la obra más emblemática del dramaturgo y Premio Nacional de Artes de la Representación 2013, Egon Wolff. El falleció hace un año y para recordarlo, el Teatro UC decidió remontar este clásico que no se daba en Chile desde el 2000, a pesar de ser una de las obras chilenas más representadas en el extranjero.
Es un texto feroz, con dos personajes diametralmente opuestos: Eva, una mujer cuarentona de clase media y bien solitaria, y “El Merluza”, un vagabundo alcohólico que huye de la muerte. Parece que ambos se van a juntar en algún punto (comparten, por ejemplo, el gusto por hacer flores con papel de diario), pero al final terminan atrapados por sus diferencias sociales irreconciliables. Se agreden, se abrazan, discuten y a ratos se dicen cosas bonitas, en un diálogo punzante, desgarrado y un tanto delirante que no da respiro.
El director de esta versión es Marcelo Leonart. El también dramaturgo hace rato que viene captando la atención de los aficionados al teatro, con montajes como Liceo de Niñas y Noche Mapuche, esta última en cartelera en el GAM. Leonart se declara seguidor de Egon Wolff, así es que quién mejor que él para dirigir esta versión de Flores de papel, bien apegada a lo que el dramaturgo escribió.
Como es una obra con solo dos personajes, con textos potentes y exigentes, el peso de ésta recae sobre Alexis Moreno (“El Merluza”) y Mariana Loyola (Eva) como una plancha de acero que deben sostener y equilibrar durante dos horas. Moreno le imprime a su personaje dosis exactas de contención y locuacidad, haciéndolo creíble, cruel y fiel a su “conciencia de clase”. Mariana Loyola, en tanto, le entrega empatía y algo de ternura a una Eva que no por eso deja de ser dura y perversa en algunos pasajes.
Un gancho extra para ir a ver esta obra es el lugar donde se está presentando, uno que está ahí desde hace más de 70 años justo en la Plaza Ñuñoa. Por él han pasado artistas de la talla de Ana González, Víctor Jara y Ramón Núñez y cada año recibe a más de 40 mil espectadores ansiosos de ver buen teatro. A la salida, una cerveza y un sánguche de merluza frita o de lengua en la mítica fuente de soda Las Lanzas, que está a media cuadra, es un must.
DÓNDE: Jorge Washington 26
TELÉFONO: 222055652
HORARIO: Mi. a sá., 8 PM
PRECIO: Gral., $ 8.000; 3a edad, $ 6.000; est., $ 4.000. 2×1 socios Club La Tercera
EDAD: Mayores de 14 años
ESTACIONAMIENTO: Subt., debajo de Plaza Ñuñoa, $ 2.220 la hora.