Por Damaris Torres C.
Se estrenó en 1986, de la mano del dramaturgo Ramón Griffero, y rápidamente dio qué hablar porque 99-La morgue fue la primera obra de teatro que trató el tema de los detenidos desaparecidos en plena dictadura militar. Duró tres meses en cartelera, en el Centro de Resistencia Artística El Trolley (donde solían hacerse controvertidas acciones de arte en los 80). Eso, a pesar del amedrentamiento y el desmonte del escenario.
Después de 30 años de ese debut, la obra se reestrenó en el Teatro Camilo Henríquez, para contar lo que sucede con los funcionarios de un Instituto Médico Legal que recibe a diario cadáveres torturados.
Vaya a ver hoy esta obra, que se convirtió en parte importante del teatro contemporáneo nacional, porque hablaba de temas prohibidos de la época. Además, fue la tercera de la trilogía de Griffero en esa década, que incluía Historia de un galpón abandonado y Cinema Utoppia, las que también cuestionaban a la autoridad.
Lo que ahora verá en escena es un montaje oscuro -una forma de hacer una analogía entre el ambiente de una morgue y el Chile de los 80- y el talento de actores como Javier Salamanca, Ángeles Hernández, Carmina Riego, Paulina Urrutia y Verónica García-Huidobro, la única del elenco original. Estos interpretan a funcionarios del Instituto Médico Legal que, pese a vivir extenuantes jornadas diseccionando cadáveres, se dan espacio para el amor y preguntarse por el país que construirán después.