Por Loreto Gatica | Fotos por Valentina Miranda Vega
Tabla y Vino, el último en llegar
Si busca un lugar para mirar el atardecer, este café ubicado prácticamente al frente de Winery Boutique Hotel, califica. Se trata de una casona remodelada que partió siendo un bed & breakfast y acaba de obtener patente de alcoholes.
Por eso, a partir de las 6 PM, ahí puede sentarse en la terraza y elegir alguna de las botellas de vino del valle de Casablanca y el de San Antonio -famoso por sus buenos blancos- y acompañarlo de una tabla de quesos.
Uno muy bueno es “Cartagena” ($ 13.900), un riesling de la viña Casa Marín, de San Antonio, dulce, bien aromático y con un toque a durazno, que queda bien con la “tabla de quesos” ($ 14.000), que trae cortes de queso artesanales, como el de oveja maduro, de cabra, brie y camembert, entre otros. Si va al atardecer o de noche, pida que le prendan el fogón; hay uno por mesa.
HORARIO: Lunes a domingo, 10 AM a 10 PM.
ESTACIONAMIENTO: En calles aledañas, gratis.
Il Toscano, verdadero italiano
Hace años que existe esta joyita italiana a un costado de la calle principal costera. Se trata de un restaurante familiar, amplio y acogedor, con una carta de pastas y pizzas hechas en el lugar y con ingredientes importados.
¿La novedad? Está debutando su terraza, donde es más que agradable sentarse a tomar un cóctel antes de pasar a sus salones a comer. Pida una botella de “lambrusco”, una cepa italiana que tiene un sabor más dulzón (desde $ 20.000) o alguna de las copas chilenas, como el syrah de Tinta y Tinto ($ 4.500).
Adentro, no deje de probar las más de 10 opciones de ñoquis, como los “ai funghi porcini” ($ 12.000), con una selección de hongos y un toque de crema . Si prefiere las pizzas, una adictiva es la “capricciosa” ($ 9.500), hecha por el pizzaiolo en el minuto, con masa delgada y tomates, mozzarella, jamón crudo, alcachofas y champiñones encima. Una opción más golosa son los “calzone”, con forma de una empanada gigante y rellena con distintos ingredientes. El “clásico” ($ 10.000), con mozzarella y jamón serrano, no lo defraudará.
HORARIO: Viernes a domingo, 1 PM a 10 PM
ESTACIONAMIENTO: En la calle, gratis (verano, $ 1.200 la hora)
Winery Boutique Hotel, el precursor
Este hotel de 13 habitaciones, desde cuyos balcones se ve el Club de Yates, abrió hace seis años, de la mano del arquitecto Juan Guadalupe. Él vio el potencial en pleno barrio residencial de Algarrobo, ahí donde los caserones de la élite santiaguina de los años 30 estaban pegados uno al lado del otro.
En uno de ellos, de estilo colonial, está este hotel con piscina, un bar en el jardín y una cava subterránea con cerca de 200 etiquetas, que acaban de renovarse con más vinos de los valles de Casa Blanca y San Antonio (a 20 minutos de este balneario).
Tiene un buen restaurante de cocina de autor este lugar, el Mosto, donde además de probar unas exquisitas “codornices asadas” ($ 10.200), hechas con reducción de vino, chutney de manzana y ajo negro, y acompañadas de yuca frica y chimichurri, puede pedir uno de los vinos de la cava a precio de viña (desde $ 9.000, más $ 5.000 por el descorche). Los precios de las habitaciones con vista a la bahía oscilan entre los US$ 200 y US$ 400.
HORARIO HOTEL: Check-in 3 PM, check-out 12 PM
HORARIO MOSTO: Lunes a viernes, 1 PM a 10 PM. Sábado, 2 PM a 10 PM. Domingo, 1 PM a 4 PM
ESTACIONAMIENTO: En el lugar, gratis.
Tinta Tinto, una viña garaje
Puede que desde la calle parezca una casa normal, pero lo que encuentra en este lugar, a unas cuadras de Winery Boutique Hotel, es una viña garaje, un lugar donde se hacen vinos a muy pequeña escala.
Ahí, el ex enólogo de Viña Indómita Roberto Carrancá hace a pulso tres tipos de vinos tintos, un syrah, un pinot noir y un cabernet sauvignon sin químicos y vinificados en barricas y huevos de plástico, que están a un costado del jardín. Junto a su señora, Javiera Fuentes, además, los envasan en el lugar y los etiquetan con diseños hechos a mano en tinta china. Para probarlos, hay que reservar una visita por su “viña”, que incluye degustación y un picoteo ($ 15.000) o una explicación de sus procesos más una botella ($ 10.000).
HORARIO: Lunes a sábado, 9 AM a 6 PM. Domingo, 9 AM a 1 PM
ESTACIONAMIENTO: En el lugar, gratis.
Pasear en vela
Felipe Salas es un experto velerista; este año abrió el Hotel Kai, un bed & breakfast que está en el sector fundacional, cerca de La Puntilla, y que tiene muy buena vista, sobre todo desde el segundo piso (da la sensación de estar al medio del mar).
Salas acaba de instaurar un paseo a vela que sale desde la Cofradía Náutica del Pacífico, cerca del Club de Yates, y que por $ 15.000 p/p ofrece un recorrido de dos horas por toda la bahía de Algarrobo, además de una copa de espumante y una “tabla de quesos y mariscos”, preparada por el restaurante Macerado. Los paseos se agendan con mínimo dos días de anticipación.
ESTACIONAMIENTO: En calles aledañas.
Bora Bora, pescados de roca
Hace dos años que este pequeño y sencillo quiosco, donde se comen fresquísimos pescados de roca, se instaló en la Playa Internacional. Con una terraza sobre la arena y rústicas mesas de madera, ahí puede probar desde rollizos hasta bilagay, prácticamente arponeados en el día (porque su dueño es buzo) y cocinados con el toque que le da su cocinero, Claudio Cueto.
Pídale el “pescado a la greda ($ 6.900), con el del día, una base de cebolla y pimentón, más vino blanco, jengibre, ostiones, camarones y queso azul, o el “pescado thai” ($ 6.900), con un pescado asado al horno, salsa agridulce de sésamo, jengibre y un salteado de verduras.
HORARIO: Viernes a domingo, 1 PM a 8 PM
ESTACIONAMIENTO: En la calle, gratis (verano, $ 1.200 la hora)
Restaurante Bora Bora
Dirección
Av Carlos Alessandri s/n, playa Internacional
Algarrobo,
Valparaíso
Chile
Teléfono
Las Tinajas, un clásico que se renueva
Platos frescos y contundentes y con toques caseros son los que prepara hace 55 años María Victoria en su restaurante Las Tinajas, ubicado a la orilla de la playa, cerca de Los Palos. Las recetas de la cocinera no han cambiado, pero sí el énfasis en tener productos de acuerdo a su estacionalidad: en su carta sólo desfilan pescados y mariscos de temporada, los que le llevan los pescadores locales.
Lo que no hay que dejar de probar ahí son sus “pailas marinas” ($ 7.500), con lo mejor de los mariscos de la zona, como ostiones, locos, navajuelas y pinzas de jaiba. Otro que no falla es el “chupe de locos” ($ 9.800), con trozos grandes de este sabroso molusco y un suave toque de cebolla y pan rallado.
HORARIO: Lunes a domingo, 12 PM a 8.30 PM
ESTACIONAMIENTO: En la calle, gratis (verano, $ 1.200 la hora).
Macerado, con productos locales
A principios de este año abrió este restaurante de amplios ventanales en pleno barrio residencial y que es una sucursal del Macerado que está en Casablanca y en la bodega Viñamar, con énfasis en los productos locales.
Lo que lo hace único a éste de Algarrobo es su terraza trasera, protegida con toldos y donde sus comensales se sientan a disfrutar lo que van sacando ahí mismo los cocineros desde un horno de barro y una parrilla. Ahí se echan a cocer los productos de la huerta y los pescados de roca que les traen los proveedores algarrobeños.
Un imperdible son “los locos de Algarrobo” ($ 9.800) —blandísimos, con ensalada de papas mayo y un escabeche de cebollitas casero— y el “cucurucho macerado” ($ 8.900), literalmente un cucurucho con calamares, dados de pescado y camarones fritos con salsa de crema ácida. No deje de probar la “discada de conejo de lo Orozco” ($ 10.400), bien sabrosa, porque viene con un caldo de chorizo y mariscos. Acá la coctelería es un punto aparte, porque todo lo que sale ahí con hierbas y frutas viene de la huerta, como el “mojito de berries” ($ 3.900), que lleva hierbabuena.
HORARIO: Lunes a jueves, 1 PM a 5 PM. Viernes y sábado, 1 PM a 5 PM y 8 PM a 11 PM. Domingo, 1 PM a 5 PM
ESTACIONAMIENTO: En el lugar, gratis.