Curacaví, el paseo más sabroso a 40 minutos de Santiago
A sólo 40 minutos de Santiago por la Ruta 68 está Curacaví, una excelente parada donde probar dulces chilenos, chicha, cerveza y un singular y delicioso plato de chancho.
Si tomas la Ruta 68 en dirección a Valparaíso, y después de sólo 40 minutos de viaje, encontrarás la ciudad de Curacaví, famosa por sus dulces chilenos, su chicha y su cerveza.
Pero ese lugar esconde otros secretos, como una preciosa cafetería y un restaurante donde cocinan un chancho para chuparse los dedos. Incluso,un acuario que casi nadie conoce.
Ahora que dan ganas de salir a pasear, esta localidad asoma como un opción para los santiaguinos que no quieren ir lejos. Si te animas a visitarla, ojo con estos lugares, muy recomendables.
El adictivo “chancho a la chicha”
Desde Santiago y en dirección a Valparaíso, nueve kilómetros antes de llegar a Curacaví está Kura, un restaurante emplazado hace cuatro años en una preciosa y rústica casona de madera con vigas a la vista donde sus dueños atienden con esmero a los comensales. “Cocina con amor” es el lema que ellos tienen.
La especialidad de la casa es un plato que vale la pena pedir. Aprovechando que en esta zona ese brebaje es de los mejores de Chile, el chancho lo cocinan “a la chicha”.
Se trata de un buen trozo de costillar aliñado a la chilena y macerado en chicha por un día, lo que le da un leve toque dulzón. Luego se cocina por tres horas para que quede muy blando y sabroso ($ 8.500). Un plato del que existen registros de su preparación hace más de 200 años.
Acompañado de puré picante ($ 2.000), que contrasta con el dulce del cerdo, es una verdadera maravilla.
De postre, nada mejor que una leche asada hecha en horno de barro, cremosa, levemente dorada arriba y con harto caramelo ($ 2.500).
En el lugar no se venden gaseosas, sino jugos naturales y limonadas hechas al minuto ($ 3.000 el vaso, $ 7.500 la jarra de litro y medio). Y si andas con niños, para que no se aburran a su mesa llegarán mandalas y lápices de colores para que pinten a su gusto.
Kura Restorán
Dirección
Ruta 68, km 33
Santiago,
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a miércoles y domingo, 12 PM a 6 PM. Jueves a sábado, 10 AM a 2 AM.
Estacionamiento
En el lugar, gratis.
Edad
Todo público.
Con Reserva
Sí
Chicha de Curacaví
La cueca no es puro cuento. En Curacaví hay harta chicha y de la buena, y nunca está demás pasar a una chichería a probar este dulce brebaje.
La gran folclorista Margot Loyola, fallecida en 2015, solía pasar por Chichas Durán, que está en la calle principal de la ciudad, Av. Ambrosio O’Higgins, a minutos de la Plaza de Armas.
Vale la pena visitar el local, uno que data de fines del siglo XIX y donde fines de semana hacen un tour para explicar cómo el jugo de uva se cuece en grandes fondos de cobre y se conserva en enormes tinajas de greda.
Luego se puede degustar la chicha —bien dulce, nada ácida y poco embriagadora, al menos en apariencia— en el sombreado patio del lugar, donde, además de las tinajas, hay sillas de madera y piso de tierra, un rincón que se mantiene campestre y bien típico. La idea es llevar a casa más de alguna botella ($ 2.500 el litro, $ 12.500 los cinco litros).
Para hacer el tour hay que reservar previamente por teléfono (997981416), sobre todo en verano y en Fiestas Patrias.
Chichería Durán
Dirección
Av. Ambrosio O'Higgins 220
Curacaví,
Región Metropolitana de Santiago
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a sábado, 10.30 AM a 8 PM. Domingo, 11 AM a 4 PM.
Estacionamiento
En el lugar, gratis.
Edad
Todo público.
Con Reserva
Sí
Una cafetería en el centro
En el centro de la ciudad está La Casona de Curacaví, una casa patronal restaurada que data de 1820 y en que funcionan varios locales y una galería de arte, donde actualmente hay una interesante exposición.
Es ahí donde hace un año y medio funciona la Cafetería Marquesa, un lugar bonito, con sillas y mesas blancas y enormes quitasoles de colores rodeados de naranjos, membrillos y coloridas bugambilias.
Los dueños del local son los miembros de una familia de armenios “patiperros” que ha vivido en Rusia, EE.UU. y Bolivia, entre otros países, y que llegó hace tres años a Chile.
Lo de ellos es el buen café y la pastelería con raíces entre armenias y rusas. Temprano en la mañana, nada mejor que pedir ahí el “capuccino chocolatado” ($ 1.900), la perfecta mezcla entre café y cacao, denso y poco azucarado.
Para acompañarlo, puede ser una “torta de miel”, típica rusa, suave y esponjosa, hecha con varias capas de bizcocho endulzado con miel y cubierto con manjar y crema de mantequilla. O una “red velvet”, que consigue el color rojo de su delicioso bizcocho con betarraga ($ 2.500 el trozo).
Si llegas al local a la hora de almuerzo, ahí tienen varios platos a $ 3.500, como un rico pastel de papas hecho con carne mechada.
La Casona de Curacaví
Dirección
Ambrosio O’Higgins 1216
Curacaví,
Región de Valparaíso
Chile
Teléfono
Website
http://www.casonadecuracavi.cl/#row2
Horario
Lunes a domingo, 10 AM a 8 PM.
Estacionamiento
En el lugar, gratis.
Edad
Todo público.
Tour cervecero
A 10 minutos del centro de Curacaví, por un camino rodeado de vegetación, está la Cervecería Kross, una de las más prestigiosas del país y que, de hecho, obtuvo el cetro a la mejor cerveza chilena de 2018 con una de sus variedades (en este nota, toda la información).
La gracia de ir a conocer la fábrica es que, además de encontrar precios rebajados en las botellas (un 20% menos), puedes conocer todo el proceso de fabricación de este refrescante brebaje, porque todos los primeros sábados del mes hay un tour en que te enseñan los secretos de la producción, desde la molienda de la malta hasta el envasado.
Vale $ 12.000 y para hacer el tour —que además incluye un schop, una hamburguesa casera y un vaso cervecero de regalo— hay que inscribirse previamente en las redes sociales de la marca.
Igual puedes ir un día cualquiera y sentarte en el beer garden del lugar, refrescarte con una “chela” y jugar con los taca taca que hay ahí. Los schops cuestan entre $ 2.000 y $ 3.000, como el “IPA pomelo”, amargo y fresco, ideal para el verano ($ 2.500).
Los infaltables dulces chilenos
Tal como La Ligua, Curacaví también tiene fama por sus dulces chilenos. Los de Issa son famosos, una parada obligada para los de gustos dulceros que pasan por la Ruta 68 a la altura de la ciudad.
Se fabrican desde 1937, cuando abrieron su primer local en el centro curacavino. Hoy tienen tres, la casa matriz en Av. Ambrosio O’Higgins y dos en la carretera, uno a cada lado de ésta para acceder tanto si vas hacia Valparaíso (km 41) como si viajas hacia Santiago (km 40,5).
El secreto de aquí es hacer todo de manera artesanal, sin pre mezclas ni químicos. El manjar, de hecho, es totalmente casero.
Todos los pasteles valen $ 1.000 ($ 800 los medianos) y no hay nada mejor que hacer un alto en el camino, pedir un café ($ 1.600 el espresso) y disfrutar estos dulces. ¿El que no hay que perderse? La “tacita”, ese pastel que lleva manjar y mucho merengue cremoso. O un “príncipe”, con merengue crujiente y relleno de huevo mol y manjar.
También los merengues, generosos, con harto manjar al medio. O un “empolvado”, ese suave y esponjoso bizcocho con generoso manjar que le aporta humedad.
También hay helados artesanales hechos con frutas, como el de naranja plátano y el de frutillas al agua ($ 2.000 el pote de 1/4 de litro).
Para llevar a casa, las mermeladas caseras de alcayota o damasco ($ 4.000 el medio kilo).
Dulces Issa
Dirección
Ambrosio O'Higgins 1786
Curacaví,
Región Metropolitana de Santiago
Chile
Teléfono
Horario
Lunes a viernes, 10.30 AM a 9 PM. Sábado y domingo, 10 AM a 10 PM.
Estacionamiento
En el lugar, gratis.
Edad
Todo público.
Con Reserva
No
Un acuario ultra secreto
Si andas con niños, el paseo puede finalizar con una visita a Tao Fish, un acuario que ni los habitantes de Curacaví conocen, porque queda en un sector alejado del centro.
Ahí, hace más de 10 años que sus dueños crían miles de hermosos peces koi, esos de origen asiático que son tan coloridos y que pueden vivir más de 100 años.
Los tienen en unas enormes piscinas y fuentes ornamentales rodeadas de jardines y los venden (desde $ 2.000 según el tamaño). Pero también es posible pagar una entrada y sólo ir a mirarlos y aprender ($ 2.000 adultos, $ 1.000 niños).
También hay tortugas acuáticas y unos invernaderos en cuyo interior hay acuarios con peces más pequeños (que también se venden), como los llamados “ángel” y los “Oscar”, o las “zebritas”, esas bien diminutas y rápidas.
Lo bueno es que Víctor, uno de los dueños, explica con paciencia los detalles de cómo viven y se reproducen estas especies, algo muy interesante sobre todo para los escolares.
Tao Fish
Dirección
Lo Aguila Oriente s/n
Curacaví,
Región Metropolitana de Santiago
Chile
Teléfono
Horario
A convenir.
Estacionamiento
En el lugar, gratis.
Edad
Todo público.
Con Reserva
Sí
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