En este hotel boutique puedes dormir en habitaciones especiales, como una barrica de roble o un camión de 1960. Pero también tiene rincones para disfrutar por el día sin alojar, como un restaurante y una spa donde te sumerges en una tina llena de vino.

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A muchos La Calma de Rita les suena porque fue el lugar donde la cantante Denise Rosenthal se casó con el también músico Camilo Zicavo.

Y no es de extrañar que la autora de Cambio de piel escogiera ese recinto para un momento tan especial, ya que se trata del hotel boutique con el sello de su padre, Cristián Rosenthal.

El miso que hace más de una década comenzó su emprendimiento en el corazón de Pirque, el que partió como una casa de huéspedes en la preciosa casona original que todavía se mantiene en pie y donde él mismo atendía y les cocinaba a los pasajeros.

Pero a poco fue creciendo y hoy La Calma de Rita es un conocido hotel boutique, el que está rodeado por la naturaleza y al aire campestre de esta zona y que se despliega por el lugar con insuales alojamientos.

Eso, porque cada una de sus 15 habitaciones son diferentes y ocupan lugares especiales, como las Cavas, donde duermes dentro de una barrica de roble americano, o la carreta magallánica, inspirada en las carretas que se utilizaban en la pampa Patagónica para controlar y resguardar el ganado.

Además, hay una donde la carrocería de un camión de 1960 se transformó en una cómoda habitación.

Con restaurante, spa y emporio

Una experiencia singular la que ofrece La Calma de Rita y que puedes disfrutar durante las vacaciones o como una escapada de fin de semana.

Dependiendo de la temporada, los valores van desde los $ 95.000 por habitación e incluye derecho a la piscina al aire libre y desayuno bien casero, con pan amasado, mermeladas, torta hecha en el lugar y otras delicias.

Además, algunas de las habitaciones lucen comodidades como hidromasaje al aire libre, para relajarse mientras apreciar la naturaleza del lugar.

Pero además a La Calma de Rita puedes ir sin necesariamente tener que alojar ahí, ya que también tiene restaurante, un emporio y un spa.

En ese último hay masajes, tinas calientes, sauna y hasta una novedosa vinoterapia, en la que te sumergues dentro de una tina antigua llena de Cabernet Sauvignon y que permite liberar la piel de células muertas.

Mientras que su restaurante también es encantador, lleno de objetos antiguos, como cuadros, botellas, cajas y radios, que el mismo Cristián ha ido coleccionando durante décadas y que lo convierten en un lugar mágico.

Ahí, puedes probar cocina chilena, en la que se lucen los productos de la zona y de cada estación, en platos como un carpaccio de betarraga con jamón serrano y ensalada de la huerta ($ 8.990) o un osobuco cocinado en su jugo y acompañado de pastelera de choclo ($ 13.990).

Ojo también con las diferentes opciones de paquetes que tiene La Calma de Rita, algunos con alojamiento y otros por el día, con almuerzo, psicina y sesiones de spa para dos, por ejemplo. Los puedes ver todos en su sitio web.

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