Cada vez hay más personas que viajan para practicar yoga, buscando otro tipo de conexión o conocimiento en otro rincón del mundo. Y aprovechan para desconectarse en un lugar paradisíaco.
Recopilamos los mejores destinos para practicar yoga en paisajes hermosos, con increíbles experiencias, actividades al aire libre y comida saludable y deliciosa.
Rishikesh, India
¿Cómo no partir con el origen del yoga? En India están algunos de los mejores destinos para practicar yoga en el mundo, con una gran oferta de variedades especiales para profundizar tu práctica.
Un buen lugar para partir es Rishikesh, la “capital mundial del yoga”. Es un pueblo espiritual ubicado a los pies del Himalaya y al lado del río sagrado Ganges. Sí, el mismo al que llegaron los Beatles en 1968 a estudiar la meditación trascendental.
Está repleto de todo lo que necesitas para practicar yoga: cientos de estudios, templos y ashrams, lugares donde se viven retiros espirituales.
En los más clásicos se puede arrendar una habitación compartida por menos 20 dólares. Pero existen muchas opciones más cómodas e incluso retiros de lujo, como el Ananda in the Himalayas (desde U$ 510 por noche).
Chiang Mai, Tailandia
Si además te interesa el budismo, seguro sueñas con viajar a Tailandia. Este país es uno de los mejores destinos para practicar yoga porque ofrece experiencias completas, integrales y por poco dinero.
Aunque cualquier rincón del país es perfecto para el amante del yoga, Chiang Mai es muy amigable con el turista extranjero. Ahí hay muchos templos y monasterios que ofrecen charlas individuales con monjes budistas y cursos de meditación en inglés.
En la ciudad hay cientos de centros de yoga, que ofrecen clases individuales y programas largos, de hasta varias semanas de duración.
También hay hoteles y resorts completamentes adaptados y especializados en la práctica, como el Four Seasons, que ofrece a sus huéspedes ocho tipos distintos de yoga y meditación.
Y si quieres llevar la experiencia al siguiente nivel, incluso puedes tomar una excursión con elefantes.
Costa Rica
Costa Rica no es puro turismo outdoor, paisajes y biodiversidad. El país le hace honor a su lema, “pura vida”, con un estilo de vida en que la práctica de yoga y las actividades holísticas son cada vez más importantes.
Por todo el país han surgido cientos de centros y resorts de yoga, atrayendo a miles de turistas. Dependiendo de cuál sea el interés del practicante, encuentra una ubicación ideal: mar o selva, ambos con el sello de uno de los países más felices del mundo.
Uno de los centros que atrae a más extranjeros es el resort Pura Vida Retreat & Spa. Ahí se ofrecen programas de yoga acompañados de tratamientos holísticos, sanación bioenergética, actividades de eco-aventura, un spa, y gastronomía con productos de un jardín holístico.
Para quienes quieren combinar yoga y surf, Santa Teresa es su destino. Ahí hay múltiples alojamientos a la orilla del mar que incluyen estudios de yoga, clases de surf y las mejores olas.
Valle Sagrado, Perú
Si viajas a Machu Picchu, vale la pena desviarse un poco para conocer el Valle Sagrado de los Incas. Esta zona de los Andes atravesada por el río Urubamba está llena de pequeños pueblos coloniales, asentamientos incas y atracciones turísticas.
En Willcamayu -como también se conoce- hay cientos de centros de yoga, la mayoría pequeños y de carácter familiar. Se hacen retiros con personas que vienen de todo el mundo, en programas que pueden llegar a durar 20 días.
También puedes conocer otras prácticas, como tradiciones chamánicas ancestrales, sanaciones, ceremonias comunales y otras de veneración a la Pachamama o Madre Tierra. Uno de los centros es Samadhi, que cuenta con siete cabañas, salas de meditación y arteterapia, un jardín orgánico y un estudio de yoga con vista al Valle Sagrado.
Bali
Si viste la película Comer, rezar, amar, ya estarás familiarizado con este destino y sabrás por qué es uno de los mejores lugares para practicar yoga en el mundo.
El epicentro del yoga es el pueblo de Ubud, que significa “medicina”. Es un centro turístico rodeado de campos de arroz y bosques, donde tienen su base muchos sanadores holísticos e instructores de yoga.
Un verdadero paraíso: está lleno de centros dedicados a la disciplina y a la sanación holística, además de tener cientos de restaurantes de comida sana y vegana.
El foco de la práctica es el hinduismo balinés, pero todo está adaptado a la gran cantidad de extranjeros y encuentras toda forma de yoga. Ahí puedes visitar uno de los templos, rezar y meditar en ellos, que son de los más hermosos del mundo.
Aunque Bali es más concurrido por turistas y más caro que el resto de Indonesia, vale la pena. Especialmente cuando se celebra BaliSpirit, un festival anual de yoga que dura toda una semana.
Grecia
Esta hermosa isla del Mediterráneo también es uno de los mejores destinos para practicar yoga en el mundo. Es perfecta para quienes desean practicar a la orilla del mar en la mañana, para después nadar en aguas cristalinas.
Aquí el yoga se enfoca en el bienestar y la relajación. Se complementa con baños en las aguas termales del volcán, tratamientos volcánicos y tasoterapia, el método curativo que usa baños marinos.
Santorini es ideal para quienes quieren combinar el yoga con unas vacaciones más lujosas. Muchos de sus hoteles ponen especial atención a los yogis que viajan en búsqueda de eso.
Uno de ellos es el Canaves Oia Santorini, un lujoso hotel boutique que invita a relajarse y re-energizarse en sus instalaciones. Ofrece clases de yoga, pilates y meditación con diferentes técnicas, pero también fiestas en yate privado y paseos en helicóptero.
Marruecos
¿Yoga en el desierto de Sahara? Una experiencia mágica que puedes vivir en Marruecos. Desde Marrakech salen múltiples excursiones al desierto enfocadas en la práctica de yoga y meditación.
Algunos programas duran varios días, como el de NOSADE, con valores desde $ 1.400 dólares. Son 10 días repartidos entre Marrakech, Agdz, Merzouga y el desierto, donde harás glamping en un campamento de tiendas bereberes y disfrutarás de auténtica gastronomía marroquí.
Incluye sesiones de meditación y dos clases de yoga al día con paisajes increíbles, como el desierto, las construcciones imperiales de Marrakech y el valle de Drâa.
Además, los practicantes toman diversos tours, pasean en camello, escalan dunas y disfrutan de inolvidables noches de música tradicional y espectáculos al medio del desierto.
Hawái
Junto con el surf, el yoga es casi el deporte de Hawái. Incluso hay una combinación: yoga flotante. Los practicantes se suben a una tabla en el mar o una piscina y hacen las posiciones sobre ellas, manteniendo el equilibrio para no caer.
En la isla hay una increíble cantidad de instructores y estudios de yoga, tantos que hacen que la práctica sea muy económica y accesible.
Las clases normalmente se acompañan con otras actividades típicas de la isla, como ver ballenas, delfines y un sinfín de deportes acuáticos.
Uno de los destacados es Yoga Oasis, un santuario sustentable al medio del bosque y a minutos de la playa. Ahí todo funciona con energía solar y solo sirven comida vegetariana y orgánica.
Ofrecen clases de yoga, astrologia y medicina con hierbas, además de sesiones curativas guiadas. Los programas pueden durar uno o varios días y tienen un horario: parte con una caminata por la naturaleza apenas sale el sol, para seguir con clases de yoga y otras actividades outdoor.